La cifra de negocio de JP Morgan alcanzó en los tres primeros meses del año los 26.712 millones de dólares (20.282 millones de euros), lo que supone un 5,9% más en comparación con los 25.221 millones de dólares (19.150 millones de euros) que ingresó en el primer trimestre de 2011.

Por su parte, las provisiones por riesgo de crédito alcanzaron los 726 millones de dólares (551 millones de euros), un 37,9% menos en comparación con la partida destinada a este efecto hace un año, que fue de 1.160 millones de dólares (881 millones de euros).

Por áreas, las ganancias cayeron un 29% en la división de banca de inversión, hasta los 1.682 millones de dólares (1.277 millones de euros), un 23% en la de tarjetas de crédito, hasta los 1.183 millones de dólares (898 millones de euros) y un 17% en la de gestión de activos, hasta los 386 millones de dólares (293 millones de euros).

Por el contrario, sus beneficios crecieron un 8% en la división de banca comercial, hasta los 591 millones de dólares (449 millones de euros) y un 11% en la de servicios de valores y del tesoro, hasta los 351 millones de dólares (266  millones de euros).

Asimismo, logró dejar atrás las pérdidas de 399 millones de dólares (257 millones de euros) registradas hace un año en la división de servicios financieros minoristas y ganar 1.753 millones de dólares (1.331 millones de euros), pero la división de capital privado y de negocios paso de obtener un beneficio de 722 millones de dólares (548 millones de euros) en el primer trimestre de 2011 a perder 563 millones de dólares (427 millones de euros).

El presidente y consejero delegado de JP Morgan, Jamie Dimon, destacó el «fuerte crecimiento» de los ingresos en el primer trimestre y recalcó que, aunque «varios acontecimientos significativos» lastraron sus resultados, el comportamiento de la entidad en el primer trimestre fue «sólido».

Como consecuencia, de estos resultados, Dimon anunció que el consejo de administración ha decidido elevar su dividendo anual hasta 1,20 dólares por acción y poner en marcha un programa de recompra de acciones por valor de 15.000 millones de dólares (11.392 millones de euros).