El lema electoral “menos impuestos, más empleo” que aparecía hace poco en los carteles del PP se está difundiendo en Internet como un sarcasmo de la política de Rajoy después de haber cumplido algo más de cien días en el Gobierno.
Un periodo de tiempo en el que ha subido los impuestos, recortado importantes áreas del gasto social e inversor, aprobado una amnistía fiscal para el dinero negro y decidido la reforma laboral más lesiva de la democracia para los trabajadores, entre otras medidas impopulares.
Con este marco, Rajoy y su equipo económico se enfrentan a una nuevas semana de descrédito entre muchos expertos y ciudadanos y de dudas por parte de los organismos internacionales, agentes sociales y los propios ciudadanos. Una situación a la que intentan hacer frente desde el PP y el Gobierno con mensajes como los que lanzan Cospedal o Montoro llenos de eufemismos y propaganda, por encima de la información exacta.
Con una política económica que hasta ahora parece estar dirigida más a favorecer a los más poderosos que a atender los problemas urgentes –el principal de ellos el paro– los gestores de esta área no parecen tener ideas nuevas y repiten constantemente los mismos argumentos propagandísticos.

Una minstra de Trabajo poco social

En este terreno, la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, se ha convertido en el mejor aliado de Montoro y Guindos a la hora de defender las políticas laborales ultraliberales. Tradicionalmente los ministros de Trabajo han sido siempre el contrapeso de los de Economía, más insensible con los problemas de los ciudadanos que el departamento de empleo. Báñez ha roto, sin embargo este equilibrio y dejado su ministerio al pie de los caballos de Economía y Hacienda.

Los hechos y las previsiones están avalando este punto negro en el que se ha instalado España. El último informe de AFI y Agett prevé que este trimestre el paro subirá en 394.000 personas hasta alcanzar los 5,6 millones. Un incremento que es algo más de la mitad de los previstos por el Gobierno para este año: 630.000 personas más (24,3% de la población activa).
Este aumento se producirá en una economía en recesión como la que ha previsto el Ejecutivo de Rajoy con un PIB que se contraerá este año el 1,7%. Una contracción que ya se está reflejando trimestre a trimestre como señalaba recientemente el Banco de España. Según el último boletín de la institución, entre enero y marzo la economía española ha continuado contrayéndose lo que se une a la caída del 0,3 del último trimestre de 2011.

El Banco de España alerta también de la destrucción de empleo en los próximos meses. El empleo, un término que aparece cada vez más en boca de muchos expertos. Y es que sin empleo no hay más consumo ni por supuestos más ingresos fiscales con lo que la consecución del déficit se vuelve más complicado.

Preocupación en el mundo por el paro español

La alta tasa de paro preocupa y no sólo en España sino en Europa y las instituciones internacionales que ven que nuestro país se puede convertir en una rémora seria para la recuperación de la economía mundial. Son cada vez más también los expertos que empiezan a pensar si los ajustes que están recayendo sobre las capas más desfavorecidas están actuando contra el empleo.

En este sentido y según un reciente estudio de Bruselas, España supera los umbrales máximos en 6 de los 10 indicadores utilizados para detectar riesgos económicos, entre ellos el de paro (16,5% de la población activa de media en tres años frente a un límite del 10%).

En esta linea este mismo lunes se conocçia como la confianza del inversor en España cayó a mínimos históricos en el primer trimestre del año al situarse en -3,86 puntos según una encuesta de J.P.Morgan Asset Management. Una vez más la crisis y el paro eran las razones de los encuestados para justificar su pesimismo.

Este fin de semana nos ha traído que el periódico estadounidense The Wall Street Journal y la cadena británica BBC han achacado a España las «sacudidas» en las bolsas de Europa y EEUU del pasado viernes después de que la deuda de la banca española con el BCE se disparará a la cifra récord de 227.600 millones de euros en marzo.

Por su parte, la presidenta del FMI, Christine Lagarde, ve a Europa como el principal foco de inestabilidad para la economía global y en este marco ha pedido a España e Italia mantener un rápido ritmo de reformas.

Rajoy y su partido en retroceso

Pero si lo que quieren organismos internacionales y expertos es saneamiento y empleo, los españoles no le siguen a la zaga. Una encuesta publicada este domingo por el diario “El País” señalaba que las medidas contra la crisis han provocado que el PP haya perdido más de ocho puntos en estimación de voto.

La encuesta revela como los españoles cada vez son más pesimistas con la situación, desconfían más de los dirigentes políticos y están en mayor medida en contra de las medidas que está adoptando el gobierno.

En consecuencia, la mayoría de los españoles ya no ocultan su angustia por la situación que están pasando y especialmente relevante es el miedo a perder el empleo y la desesperanza de los parados por no encontrar una salida. Todo un caldo de cultivo para el malestar social creciente al que no ayudan polémicas como las que se están produciendo por hechos recientes que afectan a altas instituciones del Estado.

De momento los que si están desbordados por el trabajo son las instituciones como Cáritas y otras similares, si bien el crecimiento de sus actividades de ayuda social están haciendo que sus arcas se conviertan también en necesitados para atender tanta demanda de ayuda.