El mismo Vila-Matas de siempre

25/04/2012

Daniel Serrano.

Para bien y para mal. Es decir, para solaz de sus incondicionales e indigestión metaliteraria de quienes buscan a Tolstoi o María Dueñas. Lo digo por esa idiotez que se ha repetido en gran número de reseñas acerca de esta última novela de Vila-Matas y que a buen seguro iba en letras muy gordas en la hoja de promoción distribuida por la editorial. “Este es un giro en la narrativa de Vila Matas”, “aquí hay relato, no solamente juego literario”, “la más argumental de sus obras, la más novelística de sus novelas”. ¿Perdonen? Aire de Dylanes Vila Matas en estado puro. Como siempre. Y al que le guste bien y al que no, ahí tiene la puerta. La novela tiene argumento (como más o menos casi todas las obras de Vila Matas, obviamente) y la novela contiene todo tipo de juegos y digresiones con la literatura como centro y el cine, la música y la cultura pop danzando en torno. Vila-Matas, amigos.

Hay, por ejemplo, una bonita intriga detectivesca en la cual se embarca el personaje principal: la búsqueda de un autoría o¿quién escribió la frase: “cuando oscurece siempre necesitamos a alguien”? Pudo ser Scott Fitzgerald o cuaquiera de los otros ocho (o nueve) guionistas que tuvo la película Tres camaradas donde (presuntamente) se pronuncia tal sentencia.

Hay, por ejemplo, una bonita variación de esa frase ya de por sí bellísima (“cuando oscurece, siempre necesitamos a alguien”): “se está bien en la penumbra, siempre y cuando uno esté enamorado”.

Hay, por ejemplo, una indagación puramente vilamatiana sobre ciertos seres entregados voluntariamente al fracaso, empeñados en fracasar y, a veces, incapaces de fracasar.

Hay, por ejemplo, citas impagables, préstamos del ingenio ajeno diseminados a lo largo y ancho del texto:

“He luchado toda mi vida para ser mejor que Shakespeare, y lo soy. ¿Y ahora?”.

“No hago nada, pero soy indispensable”.

Hay, por ejemplo, la pugna interminable entre padres e hijos, el amor y el odio entremezclados, esa manera de repudiar lo que fue el progenitor y concluir siendo él mismo.

Hay, por ejemplo, consejos dylanianos (o tal vez suena más a Cohen) sobre el eterno femenino: “No hay como gustar a una mujer como para que haya otra a la que también le gustes; lo difícil es gustar a la primera”.

Tanto Vila-Matas en este Aire de Dylan. No es mal texto paran aliviarnos de la hecatombe cotidiana que nos toca sufrir. En Vila-Matas el mundo es una interminable sucesión de librerías, congresos de escritores, habitaciones de hotel en Zurich, caudalosos ríos de Centroeuropa, paseos por Barcelona. Los personajes de Vila-Matas deambulan por un universo de ensueño donde la vida son los libros. Ese universo que a cualquier letraherido le gustaría habitar para olvidarse de la crudeza de este invierno que se extiende más allá de la primavera.

Vila-Matas, amigos, y no hay vuelta de hoja. El gran Vila-Matas que, además, con cada uno de sus libros nos descubre otros muchos. Yo estoy buscando ya una edición del Oblómov de Goncharov, vida y obra de un gandul pluscuamperfecto cuya máxima aspiración es no levantarse de la cama en todo el día. Uno de los muchos títulos que se citan en Aire de Dylany que convierten esta novela en una perfecta incitación a la búsqueda de otros textos.

Queda dicho. Para la legión vilamatiana y los que quieran adscribirse a tal culto, Aire de Dylan.

¿Te ha parecido interesante?

(+7 puntos, 7 votos)

Cargando...

3 pensamientos en “El mismo Vila-Matas de siempre

  1. Estimado lector disperso:
    Ni siquiera tú, que cuentas algunas cosas como si Camelot volviera a existir y empujara con vehemencia al resto del mundo, podría hacer que cayera una vez más en la trampa mortal del universo Vilamatiano. Ni siquiera esa bellísima frase de autor por descubrir, haría posible que yo moviera una sola de las páginas de “Aire de Dylan” para encontrarla, subrayarla y después transcribirla tal y como merece a mi cuaderno de notas. Habrá, pues, que esperar a la próxima ocasión.

    Saludos cordiales.

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.