Un equipo de Evaluación del Sector Financiero acaba de dar sus conclusiones sobre la situación del sistema financiero español llegando a la conclusión de que la mayor parte de los bancos están en condiciones de soportar “shocks futuros”, si bien existen ciertas “bolsas de vulnerabilidad”, por lo que fija como próxima estrategia “abordar completamente” todos los “activos problemáticos” de las carteras bancarias, para lo que se necesitan más ayudas, aunque aconseja que sean las ayudas públicas las que se hagan cargo de este último coste, según figura en el informe difundido en la web del Ministerio de Economía y Competitividad.

El departamento del FMI encargado de evaluar al sistema financiero español ha sido el de “Mercados Monetarios y Capitales”, que estuvo en España entre el 1 y 21 de febrero y el 12 y el 25 de abril (la anterior evaluación de la institución internacional data de 2006). Su objetivo era actualizar los datos sobre la fortaleza y estabilidad del sector y sus conclusiones servirán de base para las discusiones que se producirán antes del verano de 2012.

En opinión de los expertos del FMI , los bancos más grandes del sistema están “suficientemente” capitalizados y tienen una alta rentabilidad para soportar un mayor deterioro de las condiciones económicas, pero persisten “las vulnerabilidades” de otras entidades que necesitan el apoyo público, lo que hace al sector en su conjunto permanecer vulnerable a las distorsiones persistentes en los mercados de financiación.

Ante esta situación, el FMI aconseja seguir profundizando en la estrategia de “reformar” el sector a fin de solucionar estas debilidades y “construir fuertes colchones” de capital, lo que pasaría obligatoriamente por sanear los balances de las entidades más débiles “lo más rápido y mejor posible” a fin de evitar cualquier impacto “adverso” sobre los bancos más sólidos. Aunque también las entidades más grandes deberán, como las más débiles, “tratar de forma global y efectiva” los activos problemáticos en sus carteras bancarias.

El FMI parte su evaluación de que el sector financiero español ha sufrido una crisis financiera “sin precedentes” en su historia, derivada del sector inmobiliario cuyos riesgos más significativos se han concentrado en las cajas de ahorros. Esta situación ha puesto en evidencia las debilidades que existían en el marco regulatorio y la excesiva dependencia de la financiación mayorista. Consecuencia de esta situación ha llegado la reestructuración de las cajas, a través de la reforma de su marco jurídico y con el apoyo financiero del FROB, hasta reducir de 45 a 11 estas entidades. La institución considera que a finales de este año se habrá resulto la situación del 15% de las entidades vulnerables del sistema, cuyos activos equivalen al 50% del PIB.

En cuanto a los nuevos requerimientos de la reforma impuesta por el Gobierno, el FMI cree que a algunas entidades les será difícil “cumplir” con las exigencias, lo que unido a los crecientes riesgos soberanos añade presiones “adicionales” al sistema.

Prueba de resistencia

El equipo de expertos ha realizado una prueba de resistencia a más del 90% de las entidades llegando a la conclusión de que la “mayor parte” de los bancos tienen capacidad para resistir “shocks futuros”, pero existe un reducido número de entidades (diez) que muestran “bolsas de vulnerabilidad. Y es este grupo –pese a reconocer que está en vías de solución cada uno de ellos- los que obligan para preservar la estabilidad financiera a adoptar “medidas rápidas y decisivas” para fortalecer los balances y mejorar la gestión y gobierno corporativo, sobre todo, por parte de los de gran tamaño. En este sentido, también les recomienda “seguir fortaleciendo sus colchones de capital” para poder acceder libremente a los mercados para financiarse.

Acierto de las autoridades

Sin embargo, y pese a considerar que las autoridades españolas han actuado “acertadamente” para fortalecer el sistema, el informe destaca que si no se produce un saneamiento rápido y adecuado de los balances en las instituciones débiles, los bancos “solventes” sufrirán la pérdida de confianza de los mercados. Por ello, marca como prioridad de la estrategia a seguir el que se solucione de forma efectiva y completa los activos dañados de las carteras bancarias. El FMI recuerda que existe una variedad de opciones para lograrlo, desde mantenerlos en los balances hasta fijar sociedades públicas o privadas especializadas en la gestión de activos. Lo importante, sobre este problema, es que los activos problemáticos estén completamente identificados.

El FMI, una vez visto que el reparto de la carga de esos activos se distribuye entre el sector público y privado, recomienda a fin de evitar que los costes para solucionar el problema sean demasiado elevados para un sector que ya «no puede soportarlo», que sea la financiación pública la que acabe haciendo cargo del coste, a fin de evitar un “excesivo apalancamiento”.

La supervisión y sus «debilidades»

Por último, los expertos del FMI también han evaluado el marco de supervisión. Considera el informe que tiene fortalezas importantes, pero también “debilidades clave”. A favor menciona el personal altamente experimentado y respetado que tienen las agencias supervisoras del sistema, así como la rigurosidad de los procesos de supervisión.

Pero aconseja fortalecer la independencia regulatoria de los reguladores bancarios y de valores;  pone en evidencia la falta de independencia financiera/presupuestaria de los reguladores de seguros y de valores.

Además, pide fortalecer la autoridad que tiene el regulador bancario para prevenir la acumulación de riesgos en el sistema, así como el marco regulatorio del sector de los seguros y el seguimiento de la “potencial” acumulación de riesgos en el sector debe a un régimen de solvencia “anticuado”. Y, por último, aconseja fortalecer el régimen de medidas de saneamiento y sanciones en la supervisión bancaria y de valores.