Las redes sociales ayudan a detectar el fraude a las compañías de seguros

26/04/2012

Miguel Ángel Valero. Las aseguradoras españolas detectaron el año pasado 130.959 intentos de engaño, el 10,5% más que en 2010, y se han ahorrado 521,4 millones de euros

Las aseguradoras españolas detectaron el pasado año 130.959 intentos de fraude, lo que representa un 10,5% más que en 2010. Este aumento, que se refiere al fraude detectado y no al realmente realizado (y presumiblemente mucho mayor), se debe a la crisis económica. Según el director general de Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA), José Antonio Sánchez, la vía más utilizada para el fraude a las aseguradoras son los supuestos incendios en negocios, que se han disparado por las necesidades provocadas por la crisis económica. El fraude detectado habría tenido un coste para las aseguradoras de 521,4 millones de euros. Es el ahorro para las compañías al detectar esos engaños, ya que equivalían a indemnizaciones por 157,1 millones.

En 2011, las aseguradoras han aumentado su inversión en la detección del fraude hasta los 7 millones de euros y, según ICEA, por cada euro invertido han conseguido recuperar 46 euros. La detección del fraude permite ahorrar a las aseguradoras una media del 69,9% en las indemnizaciones, aunque este porcentaje es superior en los ramos de Vida, Accidentes y Salud (94,5%) y en Diversos (88,8%), e inferior en Automóviles (61,9%).

La directora del área de Formación de ICEA, Marta Rodríguez, señala que el número de fraudes detectados ha aumentado en todos los ramos, pero que los casos en Automóviles tienen cada vez una menor importancia relativa. Siete de cada diez intentos se producen en el seguro del Automóvil, el 23% en Diversos y Responsabilidad Civil General (seguros de pymes, industrias, comercio o caza, entre otros), y el 4% restante en Vida, Accidentes y Salud. El intento de engaño se produce por la ocultación de daño o preexistencia de éste a la contratación de la póliza, exclusión de cobertura, simulación de siniestros y fraudes en la suscripción. El importe medio del fraude detectado se mantuvo en 2011 en línea con los años anteriores: 2.400 euros en Autos, 2.600 euros en Diversos, y 9.573 euros en Personales. Madrid, Barcelona y Sevilla son las ciudades con más casos de fraude.

En el acto de entrega de los premios del XVIII Concurso Sectorial de Detección de Fraudes en Seguros, los responsables de ICEA han destacado la importancia de las nuevas tecnologías, y en especial de las redes sociales, para el descubrimiento de esos engaños. Y pusieron como ejemplo una motorista que declaró lesiones que le impedían continuar con su rutina diaria, pero que subió a su red social fotografías suyas en el Gran Premio de Qatar. Otro caso llamativo es el de una familia que contrató un seguro del Hogar, y declaró un incendio pocos días después, cuando había informaciones en la prensa sobre el suceso previas a la firma de la póliza.

Desde ICEA insiste en la importancia de la intuición de los tramitadores para detectar los fraudes. Así, un conductor declaró que su vehículo había sufrido «combustión con llama«, en lugar de que se había quemado, lo que permite concluir conocía a la perfección el contrato de su seguro. O el de un cazador que aseguró que su padre le había disparado por error, cuando en la grabación de su llamada a los servicios sanitarios señalaba claramente que se había herido a sí mismo cuando estaba solo en el campo.

Pero el trabajo que ha merecido el primer premio del concurso de ICEA (participaron 23 entidades con 174 casos) en Automóvil fue para Pelayo, por la detección de una trama organizada que incluía abogados, clínicas y talleres para cobrar las indemnizaciones en supuestos accidentes. La intuición del tramitador permitió encontrar las coincidencias entre más de un centenar de siniestros que afectaban a  una quincena de compañías de seguros en la zona del Levante, ya que en ocasiones incluso alegaban daños físicos las mismas personas.

Mapfre Familiar se llevó el segundo y tercer premio en Diversos y Personales, por detectar un fraude en el seguro del cazador, y el de una persona que reclamaba invalidez permanente por la lesión en un ojo producida por una piedra de una obra.

Cada vez hay más ocurrencias nuevas, pero las alarmas clásicas como la cercanía de la contratación o la inexactitud de la declaración siguen funcionando. Además, Internet se está volviendo más importante para detectar estos timos”, explica Marta Rodríguez.

Mayor conciencia social

El fraude va en perjuicio de todo el mundo, porque se intenta achacar a otro lo que produce uno mismo”, señala Mirenchu del Valle, secretaria general de Unespa. “Cada vez es más complicado engañar a las aseguradoras por la conciencia ciudadana y por la inversión que realizan las entidades”, añade.

Pero la crisis alienta el fraude. Y los datos de ICEA, como que se hayan disparado los fraudes detectados con importes superiores a 500 euros, muestran la relación entre el aumento de los intentos de engaños y la situación económica. “Hay más trama organizada, y más personas que de forma individual intentan engañar. Seguramente es por la situación de crisis, pero de esta forma sólo empeora la situación de los demás asegurados que se encuentran en las mismas condiciones”, argumenta Del Valle.

¿Te ha parecido interesante?

(Sin votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.