El secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, pide que este Primero de Mayo los trabajadores salgan a la calle para no ser «cómplices silenciosos de los desmanes del Ejecutivo» y acusa a los gobiernos europeos de «plegarse a los poderes económicos y financieros.

– ¿El Primero de Mayo puede recuperar su condición más reivindicativa y de expresión de los trabajadores?

El 1 de mayo y el 29 de abril, con una Jornada de manifestaciones en todo el país para defender la sanidad, la educación y el Estado de bienestar, serán, efectivamente, jornadas con fuerte perfil reivindicativo. Ni queremos ni debemos ser cómplices silenciosos de los desmanes del Ejecutivo. Vamos a reivindicar los derechos sociales y laborales; nos vamos a oponer a la demolición del Estado de bienestar que lleva a cabo el Gobierno; y vamos a trabajar para que el sindicato sea cada vez más, una herramienta poderosa de protección y defensa de los intereses de los trabajadores.

– ¿Cree que ha estado la clase política (española y europea) a la altura de la crisis?

La que nos ha gobernado ha dejado mucho que desear. Ha sido incapaz de liderar el programa de salida de la crisis. No ha sabido o no ha querido hacer valer la supremacía de la democracia ante los poderes económicos y financieros. Y se ha plegado al chantaje de los mercados imponiendo una política que se obsesionaba con el déficit y renunciaba a reactivar la economía y crear empleo. Como representante de este entramado ideológico-financiero ha actuado Angela Merkel, que ha impuesto al resto de los gobernantes europeos la política que nos lleva a la recesión. Y todo ello, mientras Europa clama por un liderazgo político para construir un proyecto de unidad para el viejo continente.

– Tras la hegemonía conservadora durante la crisis y tras los recortes y ajustes a los derechos sociales… ¿cree que vuelven los partidos de izquierdas a gobernar, como parece que va a ocurrir en Francia?

La prioridad hoy es demostrar a la ciudadanía de todos los países que hay alternativa al proyecto para salir de la crisis que capitanean Merkel, los mercados y los gobiernos conservadores europeos. Hay otro discurso económico capaz de hacer compatible la reducción del déficit, ampliando los plazos, y la recuperación de la actividad económica y el empleo. La derecha europea y española pretende convencernos de que la única salida es la demolición del modelo social, del estado de bienestar y los servicios públicos. Quieren que asumamos como única doctrina el ataque al gasto social y a los salarios para enfrentar la crisis. No lo vamos a permitir y si algún partido en España y en Europa empieza a construir consenso social y político en torno a un discurso económico alternativo, no hará otra cosa que compartir las reflexiones que desde hace tiempo lleva haciendo la Confederación Europea de Sindicatos. Tenemos la esperanza de que la ciudadanía ponga fin en las urnas a tanta indecencia, como la que supone aceptar que las ideas y grupos que provocaron la crisis sean ahora las que nos impongan las políticas de ajuste.

– ¿Servirán para algo las mesas de trabajo que la ministra Fátima Báñez pretende abrir?

Si se conciben como instrumentos de cobertura a decisiones tomadas por el Gobierno,  servirán de poco. Si son fuente de debate e iniciativas sobre los temas en cuestión, a partir de un esfuerzo de todas las partes por alcanzar acuerdos, serán de utilidad, como ha venido ocurriendo en los últimos años.

– ¿Se ha agotado el modelo de diálogo social que tantos frutos ha dado?

Los sindicatos no lo damos por muerto y pelearemos para evitarlo, pero si nos atenemos a  lo que hace el Gobierno, parece que esa es su intención. Un país que renuncia al diálogo social, después de probada su utilidad, no acertará en las alternativas que necesita la economía española.

– ¿Cree que el Gobierno pretende acabar con los sindicatos a base de decretos ley y recorte de ayudas?

No hay Gobierno que pueda acabar con los sindicatos. El recorte de ayudas o los cambios en la legislación laboral dificultarán nuestra actividad, pero sabremos adaptarnos a los cambios y seguir defendiendo los intereses de los trabajadores, que son los que realmente nos preocupan, porque contra ellos van las medidas del Gobierno.

– ¿Cree que los sindicatos tienen aún capacidad de movilización?

Esta pregunta parece ignorar los hechos más recientes. El 29 de marzo hubo una huelga general con un notable seguimiento –si hay dudas con la prensa española, que se lea la prensa internacional para evaluar la dimensión de la huelga- y ese mismo día se celebraron manifestaciones multitudinarias en más de cien ciudades españolas –esto ya reconocido por todos los medios de comunicación-. Convendría, por tanto, que no se confundieran los deseos con la realidad.