La operación retorno del puente de primero de mayo se vio condicionada por la campaña “novullpagar (No quiero pagar) en los peajes de las autopistas. Ello provocó no pocas colas en los peajes, que iban acompañados por la solidaridad de los otros conductores que temerosos de posibles sanciones hacían sonar sus cláxones en adhesión a la protesta. En todas la cabinas de cobro había un cartel que rezaba: “La empresa informa que la conducta consistente en no pagar el peaje puede ser constitutiva de infracción del reglamento general de circulación”. Sólo en la entrada de Girona había Mossos d´Esquadra que no intervinieron. En cambio sí que tuvieron dificultades las televisiones en algunos puestos de peaje para grabar el diálogo entre empleados y conductores.

Normalmente el coche se acercaba al peaje manual. “No quiero pagar”. El empleado le tomaba nota de la matrícula, le advertía que por esta acción podía ser sancionado y levantaba la barrera. Abertis, concesionaria de las autopistas, en algunos peajes cerró los accesos al pago manual, pero los conductores al entrar al automático pulsaban el botón de incidencias y repetían la maniobra. Entonces el empleado se desplazaba para tomar los datos, con lo que provocaba retenciones. En otros casos el empleado levantaba la barrera pero no ponía el semáforo en verde. Ya que se discute la legalidad de una posible sanción de cien euros, sí que está claro que es una infracción el saltarse un semáforo en rojo, por lo que muchos conductores esperaron a que el empleado cambiara el color del disco ante la impaciencia de la cola de vehículos que esperaban cruzar el peaje.

El motivo de la protesta es que en Cataluña el sesenta por ciento de las grandes carreteras son autopistas de peaje y en algunos casos no hay trazados alternativos. Las más viejas tienen más de sesenta años (fueron las primeras del Estado español) y están más que amortizadas, pero el Estado va ampliando la concesión para financiar otras obras.

Hasta media tarde del martes cálculos no oficiales valoraban que alrededor de tres mil vehículos se habían negado a pagar el peaje.