Día mundial de la libertad de prensa

03/05/2012

diarioabierto.es.

En el Día mundial de la libertad de prensa, sabemos que en lo que va de 2012 han sido asesinados 21 periodistas y encarcelados 161. Las cifras pueden parecer demasiado lejanas para la retina inmediata del hoy, de nuestra realidad teñida siempre de garantías democráticas, pero no ajustada verdaderamente a su rigor auténtico.

Pensamos que la libertad de prensa está a salvo en España y ciertamente lo está, en relación a realidades ominosas como la de Siria, el país del mundo en el que más se castiga la independencia periodística. Pero cada vez que asistimos a una rueda de prensa en la que no está permitido el turno de preguntas, se está vulnerando el derecho a la libertad de prensa de la misma manera, proporcional según la circunstancia, en que en un régimen totalitario se le corta la mano a cualquier periodista por escribir la verdad.

Todo en esta vida depende del contexto y su medida. Que en un país con garantías democráticas y libertades públicas, como es el caso de España, hayan dejado de ser una excepción estas ruedas de prensa sin derecho a preguntas, no es muy diferente, aplicando ese sentido de la proporcionalidad, de la circunstancia de un país dictatorial en el que se encarcela a un locutor por interpelar a un ministro de Justicia.

Vivimos en un mundo intercomunicado muy bien dirigido, desde el fondo insondable de la Red, por unas gentes que utilizan las autopistas de la información más como un aturdimiento que como un verdadero instrumento de conocimiento sobre lo que está pasando. Las redes sociales posibilitan la Primavera Árabe, que la gente se encuentre más abierta, mucho más prevenida, y avisada, frente a los abusos del poder.

Además, ahora existe la posibilidad de reacción: porque la Red, como se ha demostrado, no es únicamente una fuente de información sobre el aquí y el ahora, sino también sobre la manera de cambiarlo, convirtiéndose, al tiempo, en capacidad de actuación. Pero todo no puede depender de la respuesta instantánea de la gente ocupando las plazas y los barrios, lanzándose a la calle para reclamar una soberanía que ya le pertenece, aunque esté adulterada. Frente a la politización abusiva y mediocre de todo, necesitamos cuidar unos mínimos democráticos para proteger nuestro derecho de ciudadanía a la libertad informativa, que aún sigue siendo, al menos en España, junto al poder judicial, nuestra última reserva de dignidad cívica.

¿Te ha parecido interesante?

(+14 puntos, 14 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.