El atmósfera entre el Gobierno de Bolivia, por un lado, y la dirección de REE y el Gobierno de España, en el otro bando, después de la expropiación la de la filial boliviana del grupo español hace esperar que pueda alcanzarse un acuerdo. No obstante, las cifras barajadas por unos y por otros están aún muy lejos de converger.  La compañía de transporte eléctrico que preside José Folgado solicita una cifra que se basa en parte  en las inversiones realizadas desde que se hizo cargo de la empresa, unos 90 millones de dólares. Pero la cantidad final tendrá que tener en cuenta también el precio pagado por la compañía, un monto casi similar, otros 88 millones de dólares, que entonces equivalían a 91 millones de euros. El resultado final vendría ajustado tras restar la deuda y los dividendos recibidos.

Aunque no todas las fuentes coinciden en qué cifra sale de ese proceso -existen divergencias respecto a al contabilización de la remuneración percibida, las inversiones realizadas y l a cantidad abonada por la filial-, las diferencias entre el punto de partida del Ministerio de Hidrocarburos y Energía de Bolivia y la de REE parecen muy elevadas. La de la compañía se acerca a los 70 millones de euros, mientras que el titular del citado departamento del Ejecutivo de La Paz, Juan José Sosa, ha anunciado que las negociaciones de la indemnización por la expropiación de Transportadora de Electricidad (TDE) se hará sobre la base de 39,9 millones de dólares (30,3 millones de euros).

Sosa ha añadido que el pago por la nacionalización se materializará en un plazo de 180 días hábiles, conforme al decreto emitido este martes por el presidente Evo Morales, y ha expresado la predisposición del Gobierno boliviano a negociar esta indemnización. El ministro ha reiterado que la decisión se tomó por la falta de inversiones de la empresa.

El decreto de nacionalización establece que los recursos para el pago de las acciones deberán ser financiadas por la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), que debe cuantificar los activos de la empresa e iniciar las negociaciones con los propietarios para fijar las compensaciones económicas. Bolivia además sólo reconoce como cifra de compra de TDE  la pagada por Unión Fenosa -39 millones de dólares en 1997-, que se produjo durante el proceso de privatizaciones impulsado por el Gobierno. Después Fenosa vendió TDE a REE en 2002 por 88 millones de dólares.

Además del escaso peso en su facturación y beneficios, menos del 2%, REE no tendrá que provisionar por su hasta ahora filial boliviana, pese a que la cantidad final recibida sea la propuesta por el Gobierno de Evo Morales.