La llegada de Rajoy al Gobierno dejó patente la falta de coordinación del Gobierno con mensajes contradictorios entre los ministros de Economía, Luis de Guindos y Hacienda, Cristóbal Montoro, que dieron la sensación de “ir por libre” y con ideas distintas.

Tras una serie de semanas en las que el Gobierno de Rajoy empezó a tomar medidas que había negado y criticado a los socialistas como la subida de impuestos directos o la más que previsible del IVA pasó a los recortes con decisiones precipitadas y sin explicar o a una reforma laboral sin contar con los representantes de los trabajadores.

Este “caos” informativo acaba de vivir un nuevo episodio con la crisis de Bankia que en menos de 24 horas se puso de manifiesto su situación financiera, la dimisión de su presidente Rodrigo Rato y el nombramiento de un nuevo directivo al frente de la entidad.

Los anuncios revelaron que el Gobierno se tomaba una semana para solucionar definitivamente esta crisis y entrar en la reforma también definitiva del sector financiero lo que, evidentemente, nadie vio claro. Finalmente el relevo de Rato se ha tenido que adelantar y los mercados han empezado a cargar contra indefinición.

«Tonterías propias de aldea»

Este mismo miércoles el ex ministro Carlos Solchaga ponía el acento en los errores graves que está cometiendo el Gobierno y que a su juicio han impactado en el empleo y los mercados. «No se puede tardar tres meses –dijo-en presentar unos presupuestos en Europa por motivo de unas elecciones en Andalucía, y no se puede exagerar la situación de la economía sin que tenga repercusión en los empleos y mercados».

«No se puede reconocer que el cuarto banco del país (Bankia) no puede presentar sus cuentas auditadas; que salga su presidente, Rodrigo Rato y que nadie del Gobierno explique nada, y que se proponga que dentro de cinco días se nombre a otro presidente» (en alusión a José Ignacio Goirigolzarri), añadió.

Para Solchaga, estos fallos son «incomprensibles» en un Ejecutivo que, aunque dice estar dispuesto a sacrificios, luego hace «estas tonterías propias de aldea, de no saber cómo funcionan las administraciones europeas, y es el Gobierno el que debería tener un cuidado exquisito para tener la confianza de los mercados». Solo le faltó hablar de un Gobierno de becarios.

PSOE: Crean incertidumbre  y zozobra

Desde el PSOE, su secretaria de Economía y Empleo  Inmaculada Rodríguez-Piñero, acusó este miércoles al Gobierno de estar haciendo una «gestión impresentable» de la situación por la que atraviesa Bankia, ya que en lugar de «generar confianza», está «creando muchísima incertidumbre y zozobra».

«Es fundamental dar tranquilidad a todos los clientes, cosa que todavía no ha hecho el Gobierno» denunció  en una entrevista en RNE en la que ha criticado que el Ejecutivo de Mariano Rajoy no se haya reunido todavía con el PSOE para explicarle en qué van a consistir las nuevas medidas que tienen previsto desarrollar para sanear el sector bancario.

También ha habido quien ha sacado a colación agravios comparativos como el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ha considerado «un castigo» que se dé una solución al «gravísimo» problema de Bankia con dinero público, mientras entidades «solventes» y «mejor gestionadas» como las Cajas vascas han tenido que «apechugar con sus propios recursos para salvar otras entidades».

Y hay quien no se muerde la lengua como  el expresidente de CatalunyaCaixa Antoni Serra Ramoneda quien aseguró que Rodrigo Rato, no ha abandonado voluntariamente la entidad, sino que «le han puesto una pistola en el pecho», por lo que se puede considerar esta medida como una intervención. «Se le puede decir como se quiera, pero es lo mismo que pasó en su día con Mario Conde», explicó Serra Ramoneda en declaraciones a Rac1.recogidas por Europa Press.

Más diplomáticos se han recibido los mensajes desde el exterior como el del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien se ha mostrado convencido este miércoles de que España no necesitará ser rescatada por la UE y ha expresado su «plena confianza» en el Gobierno, pero le ha reclamado que complete la reestructuración del sector financiero.