Los españoles aprueban el papel jugado por el Estado autonómico en los últimos 30 años, aunque consideran necesarios algunos cambios, según indica una encuesta realizada por la fundación de cajas de ahorros Funcas en octubre de 2011.

Los resultados de la encuesta fueron presentados este miércoles en Madrid por el presidente de Funcas, Carlos Ocaña, y sus tres autores, Víctor Pérez-Díaz, presidente de Analistas Socio-políticos, Josu Mezo, de la Universidad de Castilla La Mancha y Juan Carlos Rodríguez, de la Universidad Complutense de Madrid.

En opinión de Pérez-Díaz, los resultados arrojan un ‘sí’ al Estado autonómico pero con matices. A grandes rasgos solo un 20 por ciento acepta que el sistema autonómico continúe tal como está. Entre los restantes, una parte aboga por una recentralización, mientras que otros demandan por el contrario más autonomía.

Solo en el País Vasco y Cataluña se percibe que la solución a los problemas del Estado autonómico pasa por más autonomía. Pero incluso en esos casos la mayoría percibe que es necesario aumentar la coordinación entre las diferentes administraciones.

No se entiende el sistema

En detalle, los ciudadanos encuestados critican al Estado autonómico por su falta de transparencia. Las criticas se dirigen por ejemplo al sistema de financiación. “No se entiende bien”, tercia Pérez-Díaz. “Tampoco qué competencias tiene cada uno”, añade.

Los ciudadanos creen que los partidos políticos exageran la conflictividad en algunas situaciones, una equivocación a juicio del sociólogo. “Es crucial la forma en que se presenten los problemas. Gentes airadas y ofuscadas no ven nada”, sentenció.

A pesar de todo, los ciudadanos no creen que las autonomías hayan servido para ir resolviendo las tensiones. Por otro lado, opinan que estas tensiones se recrudecerán por efecto de la crisis económica.

Según sus autores, los ciudadanos se muestran además a favor de políticas de control del gasto público. También aprueban una mayor unidad en las leyes que regulan la vida empresarial, la llamada unidad de mercado.

“La tendencia general es que hay que recentralizar un poco las cosas. Pero un poco”, insiste Díaz-Pérez.