La semana de los desfiles de novias en Barcelona acaban con el shock de Pronovias. El líder mundial del sector nupcial se reserva para un fueron  felices y comieron perdices a lo grande. 1.800 personas llegadas desde todos los rincones del Planeta “y eso incluye África, un continente por el que apostamos muchísimo” en palabras de su propietario, Alberto Palatchi, esperan en  el Museo Español de Arte Contemporáneo a que Pronovias supere los desfiles de años anteriores. Pues efectivamente, se supera.

Propone un Jardín de sueños y literalmente crea un jardín de sueños, donde llueve, hay flores y vestidos con pétalos. Donde la mujer se viste de blanco, pero también de nude o marfil y donde Karolina Kurkova “adoro Pronovias, me han visto crecer. Llevo con ellos 10 años” abre y cierra todas las líneas que presentan; Manuel Mota, Barcelona y Elie Saab.

Uno podría pensar el diseñador después de esto, no podrá salir ni a saludar, pues sí, sale “y no me tiemblan las piernas”. Acaba de mostrar 80 trajes a cual más sorprendente que el anterior. Los hay de encaje, de guipure, chiffon, tul, , satin y también bordados con nacré, con plumas, con pedrería y con pailletes. Y la novedad es el doble vestido, una especie de abriguito de tul abotonado que después de la ceremonia se puede quitar y lucir el traje sirena ceñido que va debajo.

Cuando la TOP Renata Zanchi, sentada en primera fila, abre la boca es para decir “esto es un espectáculo de Alta Costura, no he visto algo así en España”. Claro que el Palacio Nacional de 1929 en las faldas de Montjuic, en el que Gae Aulenti estuvo trabajando 18 años para que fuera sede del Museo de Arte de Cataluña, contribuye a crear la atmósfera perfecta para que 1.800 invitados no tengan la sensación de campo de fútbol.

Acabado el show nupcial y con el espectáculo de tener a Barcelona como alfombra a nuestros pies iluminada con sus fuentes de Montjuic bailando el agua como si no hubiera un mañana, 200 privilegiados son invitados a pasar al aledaño palacete Albeniz. Residencia oficial del alcalde de Barcelona, aunque no viva en ella pero que sí lo cede a la familia real cuando visita oficialmente la ciudad y que se abre al público una vez al año coincidiendo con la Merçe, Allí con más de 300 velas iluminando sus jardines se cenó -gracias a Sibaris, se bebió -gracias a Moët y se bailó -gracias a un Dj y no era Mario Vaquerizo-. Una fiesta de Pronovias sin que la familia Palatchi; Alberto, Susana, Gabriela, Alberto Jr y Marta, bailen, no sería una fiesta promovías. Tamara Falcó, como había tenido que madrugar para coger el mismo puente en el que viajaba Bisbal, con gafas oscuras y sin hablar, tenía sueño porque ella también es de acostarse pronto, pero tuvo su ratito de charla con Genoveva Casanova y con Bar Rafaeli.

Hubo varias cosas que me encantaron y sino lo digo reviento; La señora de Artur Mas, Elena Rakosnik, que siempre acude a apoyar con su presencia los desfiles de estas empresas españolas que están llevando la marca España por todo el mundo. También el alcalde de la ciudad, Xavier Trías y media CEOE, había más empresarios por metro cuadrado que velas, y ya es decir y la suerte que tuvo Esther de Esma que pudo hacer el casting perfecto en el que habría que destacar, además de Kurkova, a Magdalena Frackowiak, Janeta Stamp, Lais Rivero, Flavia Oliveira y por supuesto a nuestra Godeliv.