La dirigente de los populares catalanes fue contundente al negar a Artur Mas cualquier posibilidad de que Cataluña tenga un sistema de financiación similar al del País Vasco y añadió que el Gobierno rechazará cualquier propuesta de financiación para Cataluña que no cuente con su aval, aunque reconoció que el actual sistema es injusto con Cataluña. Era el resultado previsible de un encuentro en el que el presidente de la Generalitat insistió en que tener «la llave de la caja tributaria» es vital para que Cataluña salga de la crisis. En cualquier caso fuentes de la Generalitat agradecieron a la dirigente popular que esté dispuesta a dialogar, pero queda patente que en este tema Sánchez Camacho no es la interlocutora y ni siquiera la intermediaria, mal que le pese y por mucho que todos le ayuden a mantener las apariencias.

Artur Mas insiste en su compromiso «innegociable» de dotar a la Generalitat de una hacienda propia y está buscando el máximo apoyo entre todas las fuerzas catalanas, pero sabe que la negociación final se ha de desarrollar en Madrid y el PP catalán no es el interlocutor adecuado. La partida la juega directamente Mas con Rajoy, e incluso el primero puede adelantar las elecciones si los populares dificultan su acción de gobierno. En esta hipótesis, por nadie deseada de momento, CiU afrontaría la campaña como un referéndum sobre la necesidad de dotar de una especie de concierto económico a Cataluña.

Sí que salió de la reunión la predicción que el Gobierno central bendecirá las cuentas de la Generalitat en el encuentro del Consejo de Política Fiscal y Financiera que se celebra este jueves. Este dato lo ofreció el portavoz del Gobierno catalán tras las intensas negociaciones que el conseller de Economia, Andreu Mas Colell, ha mantenido con los responsables económicos del Gobierno central con los que habría llegado a un acuerdo, con lo que de momento parece que se aleja la amenaza de una intervención del Estado al gobierno autonómico.

Por su parte el primer secretario del PSC, Pere Navarro reclama que Artur Mas renuncie al objetivo de lograr una hacienda propia para Cataluña «que sabe que Rajoy no aceptará» y aboga por lograr un gran pacto que sume a los grandes partidos catalanes, a ser posible «incluso el PP», para mejorar la financiación de Cataluña, y se preguntó que «si llegamos a un acuerdo los grandes partidos usted cree que desde Madrid nos pueden decir que no».