El grupo farmacéutico-hospitalario español Grifols, pionero en medicina transfusional, ha alcanzado un acuerdo de colaboración con el Banco de Sangre de Shangai (China) para promover la investigación del genotipado sanguíneo, elprimer proyecto de este tipo que se va a desarrollar en ese país asiático. Tras comprar la estadounidenses Talecris el año pasado, Grifols es ya el tercer productor mundial de productos derivados de la sangre

Con la firma de este acuerdo, Grifols refuerza su apuesta en el mercado asiático y potencia su división Diagnostic, presente en China. Las ventas de Grifols en China aumentaron un 30% en 2011, impulsadas fundamentalmente por la comercialización de uno de los derivados plasmáticos que produce la compañía, la albúmina, y por el negocio de esta división en medicina transfusional. Según Víctor Grifols, presidente de la empresa con sede en Barcelona, “China es un mercado prioritario para la compañía y en el área de inmunohematología es nuestro principal mercado. Este acuerdo demuestra el compromiso de la compañía con otros mercados, más allá de Estados Unidos y Europa”.

El Banco de Sangre de Shangai es una de las instituciones más relevantes de China en el área de la transfusión sanguínea, especialidad en la que sirva a una población de más de 20 millones de personas, además de recibir alrededor de 300,000 donaciones anuales. La institución cuenta con el laboratorio de referencia nacional para el tipaje sanguíneo.

Las declaraciones de Víctor Grifols, presidente del grupo empresarial español que creó su abuelo y que ya está presente en más de 90 países, nunca dejan indiferentes. Acostumbrado a decir lo que piensa, recientemente tuvo mucho eco el llamamiento que realizó durante una conferencia en una escuela de negocios barcelonesa para que en España se pueda empezar a pagar por las donaciones de sangre, con el objetivo de que se deje de importar plasma. Un pago que ayudaría a los desempleados a llegar a fin de mes, argumenta el empresario.

La legislación española estipula que las donaciones de sangre, tejidos y órganos son altruistas, por lo que está prohibido su compra o venta. Un sistema solidario que lleva a España a los primeros puestos de las listas internacionales de donaciones de órganos y que, en el caso de la sangra, la inmensa mayoría va a los hospitales. En este contexto, las compañías de hemoderivados como Grifols, tienen que importar su materia prima. Una situación paradójica, porque la compañía gasta cada año unos 457 millones de euros en pagar las donaciones que recoge en Estados Unidos. Grífols asegura que este dinero podría quedarse en España. Grifols cuenta, sólo en Estados Unidos, con 147 centros de plasma.

En ese sentido, Víctor Grífols propone para dar la vuelta a la situación, que su empresa pagaría en España por las donaciones unos 70 euros semanales, lo que sumado a la prestación por desempleo, dijo, supondría “una forma de vivir”. “Este dinero lo damos en Estados Unidos. Si España no lo quiere, que no coja”, remacha.

Además de la producción de fármacos biológicos derivados del plasma (hemoderivados) y de la fabricación y distribución de productos destinados a los servicios de farmacia hospitalaria, Grifols también cuenta con un área dedicada al diagnóstico “in vitro”. A través de su división Diagnostic, Grifols fabrica y desarrolla aparatos, instrumentación y reactivos de última generación para pruebas hematológicas e inmunológicas, tales como tipajes sanguíneos y test de compatibilidad entre donante y receptor previos a cualquier transfusión. Los principales clientes son los centros de donación de sangre, los laboratorios de análisis clínicos y los servicios de inmunohematología de los hospitales. En los últimos años, Grifols ha llevado a cabo importantes inversiones en el área de la medicina transfusional que permiten asegurar una posición estratégica de la compañía en este sector.