No es caridad. No es compasión. No es notoriedad. Es implicación. La sociedad civil se tiene que involucrar, es necesario participar y donar tiempo, risas, cariño o compañía. La cena organizada por Alicia López Pérez del estudio Rgb arquitectos de Valencia, con la ayuda de la revista Yo Dona, la doctora Aguilló, Ramón Gandía, Moddos y un largo etc. No perseguía nada más que recaudar una pequeña cantidad de dinero que, puesta en manos de la Unidad de Oncología Infantil del hospital La Fe de Valencia, se multiplicaría por mil. Cena a 50 euros y papeletas de rifa a un euro, les aseguro que no arruinan a nadie. Sin embargo, muchas cenas y muchas papeletas, consiguen unos resultados espectaculares.

Hubo una varita mágica de un mecenas anónimo –ruso- que pagó el coste total de los 170 cubiertos que se contrataron. Alicia tuvo la idea y puso el empeño para recaudar fondos para la Fundación Aladina y tanto desde Yo Dona como desde diarioabierto, la apoyamos desde el primer día. El deseo de Paco Arango, alma de Aladina, era que lo recaudado se quedara en Valencia. Así ha sido cómo la Unidad Oncológica Infantil del Hospital La Fe, podrá contar con una ventana tecnológica al exterior. Cuando un niño es trasplantado tiene que pasar casi un mes en un recinto esterilizado. En el antiguo hospital había un pasillo con una mampara de cristal que les comunicaba con el exterior. En el nuevo no hay pasillo, ni mampara. El arquitecto no lo contempló.

Algo tan simple como una televisión, con un complejo sistema de esterilización, les conectará con sus amigos, familiares e incluso, les permitirá ir a clase. Qué tontería, ¿verdad? Pues no había dinero.  Y muchos dirán con razón, pues que el mecenas anónimo lo done y punto. De acuerdo, pero si además de donarlo, de vez en cuando y no necesariamente en navidad o reyes, a la sociedad civil se le hace partícipe de la recaudación y se genera el contagio e incluso, se da a conocer la labor que hacen organizaciones como Aladina, el resultado es infinitamente mejor porque se clona. Créanme, está comprobado.  Además, como decía José Ramón Mínguez, jefe del equipo médico de la unidad oncológica infantil del hospital La Fe; “Es importante que  la sociedad civil se implique en la asistencia sanitaria. No todo puede salir del presupuesto público” y Amparo Verdeguez, del mismo equipo sanitario, nos ponía los pelos como escarpias “Los niños oncológicos son especiales, no es lo mismo tratar a niños con varicela que tratar con niños que se mueren”. El equipo sanitario son los verdaderos magos y unos héroes. Escucharles es una lección de humanidad.

Qué quieren que les diga, esa noche todos los que nos sentamos a degustar esa cena, le dimos las gracias a Valencia por haber acudido a la llamada y haber superado con creces los objetivos. Fue Paco Arango el que lo dijo claramente, al finalizar  “Enhorabuena al hospital La Fe porque sois pioneros en muchos tratamientos y a todos los asistentes por formar parte de este evento”.

Hay que agradecer a Caroli Health club, Quique Dacosta, Ferragamo, Bvlgari, Sheraton, Le Méridien, Vicente Gracia, Montblanc y grupo Siete Joyas. Todos ellos donaron los deseos que se subastaron y por supuesto, a la doctora Aguilló, a Moddos y por supuesto, al mecenas anónimo que costeo la cena. Todos los ingresos por la subasta, la rifa y el cubierto, son limpios. El detalle final, fue la actuación desinteresada del grupo “Amadores del alma” que están a punto de sacar su primer disco y consiguieron engancharnos desde que salió del cajón el primer acorde.

Por cierto, al día siguiente una amiga que no asistió a la cena, llamó a Alicia López y le dijo; “tengo las tardes libres y quiero ir a leerles cuentos a los niños”. Así comenzó, hace 14 años, Paco Arango con los niños oncológicos. Si la donación hubiera sido anónima, esta mujer no se habría ofrecido a leerles cuentos a los niños. Es el momento de clonar Aladina en Valencia.