Sesión de control en el Parlament en vísperas de la cumbre de partidos sobre el pacto fiscal y sobre este tema versaron la práctica totalidad de las preguntas de los portavoces. Incluso la portavoz popular se avino a negociar el tema poniendo como condición que la voluntad  de Artur Mas dialogar para lograr el acuerdo de todos los grupos de la Cámara sea sincera y le preguntó “si está dispuesto a ceder en algunas de estas posiciones”. Dicho lo cual, Sánchez Camacho añadió  “estamos dispuestos a negociar”, y reclamó que acepte negociar “sin líneas rojas” y que “no busque adhesiones incondicionales”. El president le tomó la palabra .  Tras preguntarle si “el PP “sabrá escuchar el latido de la sociedad catalana para lograr un acuerdo que no sea más de lo mismo”, apostilló “vamos pues a trabajar discretamente, no delante de las cámaras,  para dar una salida a un sistema de financiación que es injusto y que dura desde hace 30 años”.

Los populares catalanes reconocen que el sistema de financiación de Catalunya es injusto, pero defienden las tesis de Madrid que las mejoras se pueden hacer dentro de la Lofca, o sea en el marco del “café para todos”. Sin embargo parece que siguen la táctica que utilizaron los socialistas catalanes al negociar el Estatut, esperando que fuera Madrid quien aguara el proyecto. En cualquier caso el entonces presidente del PP catalán, Josep Piqué, se integró en la comisión negociadora del texto por qué “quien está fuera no puede influir”.

Artur Mas repitió insistentemente que la premisa del pacto fiscal es que Catalunya tenga un acuerdo bilateral con el Estado para su financiación . A preguntas del portavoz de ERC, Joan Puigcercós, reclamó que la propuesta del pacto fiscal no acabe en una “ceremonia de la confusión” en la que todo siga dependiendo “de la arbitrariedad española” y este proceso no culmine con una nueva frustración del pueblo catalán como ya sucedió con el Estatut. La respuesta del president fue contundente: “Es preciso ir a un cambio de modelo, no a una evolución del que hay ahora, que seamos nosotros los que recaudemos los impuestos y paguemos al estado por los servicios que nos presta, además de dar un fondo para la solidaridad” y esta aseguró que es una línea roja a la que no está dispuesto a renunciar.

También se hizo visible el acercamiento de los socialistas en esta materia después del encuentro que mantuvieron el martes su primer secretario, Pere Navarro, con el líder de CiU en el Congreso Josep Antoni Duran Lleida. El portavoz Joaquim Nadal reclamó que se impulse el pacto social para que paguen más los que más tienen. “Pacto fiscal, sí; pero para un pato social. Si quiere encontrar el camino del pacto fiscal hay que escoger bien el camino. Vamos por un pacto fiscal justo y ambicioso par la sociedad catalana, pero que no caiga con los errores del pasado”. La réplica de Artur Mas fue lacónica: “Le tomo la palabra”.