Desde la pradera, cuando se encara la subida a Siete Picos, a la izquierda sale una senda que transcurre en su mayor parte entre las cotas de los 1.900 y los 2.000 metros., y  llega hasta la Fuente de los Acebos, donde nace el río Pradillo.

Se la conoce como Senda Herreros,  y a pesar de transcurrir por la cara sur de los Siete Picos no es demasiado calurosa en verano, ya que a su altitud se une la sombra de los pinos que la rodean.

Tiene tramos bastante abruptos y cruza un canchal que en tiempo frío puede tener una capa de hielo. En invierno, o con lluvia, no la aconsejamos; pero en otras estaciones y en un día soleado se disfruta. Además no suele estar muy concurrida.

Está señalizada con hitos, y con marcas de PR (bandas blancas y amarillas) aunque en algunas partes  desaparecen, o no se ven con facilidad; tal es el caso del canchal que hemos mencionado antes, en el que no es fácil distinguir desde una punta la señal  del otro extremo.

También hay un tramo en el que se rodea un risco, primero bajando y luego subiendo, en el que las piedras están sueltas;  los hitos se caen, las marcas pueden quedar ocultas y el rastro del uso no es perceptible.

La longitud de la senda es de menos de cuatro kilómetros , muy agradables para caminar, aunque sólo ocasionalmente tengamos la visión de grandes paisajes.  Más que brindar un gran espectáculo lo que nos ofrece es “recogimiento montañero”; especialmente acogedora es la Fuente de los Acebos, un lugar umbroso, cruzado por una corriente de agua que al brincar desde una piedra crea un pequeño chorro.

Recorridos

La excursión  se puede comenzar en el  Puerto de Navacerrada, ir a la Pradera de Siete Picos, tomar la Senda Herreros  y llegar  al Camino de la Pata de la Cabra. Por él se llega a la Pradera de Navalurraque y desde allí a Cercedilla.  Son una docena de kilómetros  sin más subida que la que hay desde el puerto a la pradera.

También se puede, después de pasar la Fuente de los Acebos, tomar la senda que con fuerte pendiente lleva a la base del Pico Majaslasna,  para seguir a Collado Ventoso por la Senda de los Alevines, y desde el collado volver al puerto por el Camino Schmid. En este caso la distancia no es mayor; pero sí que hay más subida, y más tramos con terreno complicado, como la Senda de los Alevines, que a pesar de lo que sugiere su nombre no está  exenta de  dificultades.

Enrique  Herreros

La senda lleva ese nombre en memoria de Enrique Herreros , que, además  de montañero, fue pintor, ilustrador, cartelista (realizador de los anuncios de las películas que cubrían la fachada del madrileño Palacio de la Música) , director de cine y actor ocasional, representante artístico (de Sara Montiel , en Hollywood),  humorista, dibujante y periodista (director de La Codorniz)