Muchos la llaman la Venecia del Norte, al extenderse a lo largo de 14 islas unidas por 57 puentes sobre las aguas del lago Mälaren. Un archipiélago verde sobre el que a lo largo de 700 años han ido creciendo los barrios de Estocolmo con grandes edificios públicos y magníficos palacios. Como Gamla Stan, la Ciudad Vieja original que aún hoy día conserva su aspecto medieval de calles estrechas, piedras adoquinadas y casas de colores. Al sur de Gamla Stan se encuentra la gran isla de Söderlmalm, el barrio donde se asientan las tiendas y los diseñadores más vanguardistas y alternativos. Al norte, Norrmalm, el centro ciudadano, comercial y financiero, y al noreste el glamuroso Österlmalm con las tiendas de moda y diseño más internacionales y la ciudad más burguesa y señorial. Alrededor, inmensas zonas de bosques y lagos e innumerables pequeñas islas que sirven de recreo a los 800.000 habitantes de Estocolmo.
Los descendientes de los vikingos disfrutan de una bellísima ciudad señorial con un elevado nivel de vida y todas las prestaciones de una sociedad culta y avanzada. Estocolmo es una ciudad para pasear, visitar sus museos, ir de compras en busca del mejor diseño y moda nórdicos, gozar de su magnífica gastronomía -que no se reduce únicamente al arenque y al salmón- y disfrutar de sus animadas noches, nada gélidas de puertas adentro.
Viajé a Estocolmo para pasar un largo fin de semana de tres días del mes de febrero. Fueron 72 horas frías, reveladoras, divertidas, movidas y agotadoras. Desde el aire la ciudad se asemeja a un gran puzzle de piezas sueltas rodeadas por el fondo azul del agua y extensas pinceladas verdes de bosques. Desde tierra es una bella ciudad cruzada por canales y puentes, de gran animación comercial, moderna, segura, ecológica y con un elevado nivel de vida.
La mejor estación para visitarla es primavera y, sobre todo, verano, cuando el hielo y la nieve han desaparecido y la temperatura es más cálida.
El centro de la ciudad, donde se encuentran los principales lugares de interés como zonas comerciales, monumentos y museos, puedes recorrerlo a pie en alrededor de dos horas, aunque cuenta con una moderna red de metro que merece una visita por sí misma, al ser sus estaciones una galería de arte en la que exponen sus obras diferentes artistas locales. Más de 90 de las 110 estaciones que integran el metro cuentan con obras de arte creadas por unos 150 artistas. En la estación de T-Centralen, la principal, podrás admirar en sus paredes relieves y azulejos que datan de los años 50, mientras que en la estación de Solna Centrum (línea azul) te sorprenderá su techo cavernoso de color rojo intenso que contrasta con las paredes de la estación que representan un bosque de abetos de un kilómetro de largo. Sigue la línea azul para contemplar las estaciones de Rådhuset y Fridhemsplan.
A medida que me acerco a Stureplan, el equivalente a la exclusiva zona de Serrano en Madrid, observo que los edificios y los comercios son más lujosos. Aquí habita la alta burguesía local y encontrarás las mejores tiendas de firmas nacionales
de moda y de diseño en calles como Birger Jarlsgatan, Biblioteksgatan, Nybrogatan, Norrmalmstorg… Y por supuesto bares, cafeterías y restaurantes de moda como Sturehof (www.surehof.com), una cervecería clásica donde se come excelentemente y se va a ver y dejarse ver. Me resultó curioso el contraste entre estas jóvenes y bellas suecas con magníficos abrigos de piel bajo los cuales llevaban legins, minifaldas y botines de marca con las igualmente bellas pero más bohemias que en Söderlmanlm vestían pantalones vaqueros, abrigos polares y botas altas.
Otra visita imprescindible es el Mercado de Osterlmalm Saluhall (Nybrogatan, 29-33. www.ostermalmshallen.se). Data de 1880 y a su belleza arquitectónica y la de sus puestos de madera, une las mejores exquisiteces gastronómicas suecas con platos típicos como los arenques en sus diversas formas, los Falafel (croquetas), mariscos, quesos, carnes, mermelada de arándanos, dulces… Párate en el puesto de Lisa Elmquist a la hora del almuerzo y disfruta de la auténtica cocina sueca: arenques en vinagre, pescado a la parrilla, ahumados… (para continuar leyendo el viaje a Estocolmo, visitar www.viajeroshoy.com )
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