El pasado 24 de mayo, el BBVA admitía públicamente que “ha tomado la decisión de iniciar un proceso de estudio de alternativas estratégicas para su negocio previsional obligatorio en Latinoamérica”, que contempla la venta total o parcial de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) en Chile, Colombia y Perú, y la Administradora de Fondos para el Retiro (Afore) en México, la segunda más importante del país, con una cuota de mercado del 15,1%. El negocio de fondos de pensiones aportó al BBVA un beneficio neto en 2011 de 233 millones de euros: 115 millones de Chile; 78 millones de México; 21 millones de Colombia, y 19 millones, de Perú. Son 55.000 millones de euros de activos bajo gestión, aportados por 11 millones de afiliados.

Analistas estiman que, teniendo en cuenta las últimas operaciones en este campo (como la compra por Sura del negocio de ING), que se han hecho a un múltiplo superior a 15 veces los beneficios, el BBVA podría obtener entre 3.000 millones de dólares y 4.000 millones. En el grupo español señalan que hay, al menos, dos entidades interesadas por la Afore mexicana. También que hay interés de muchos inversores por el negocio de pensiones de América Latina, por lo que se puede optar por una venta única, que estaría al alcance de muy pocos grupos, o por países.

Uno de los grupos que manifiesta públicamente su interés por lo que el BBVA ha puesto en posición de posible venta es el Grupo Sura. El brazo inversor del Grupo Empresarial Antioqueño, el mayor de Colombia, ya tiene experiencia en la compra de negocios de pensiones. El año pasado adquirió por 3.500 millones de dólares los del holandés ING en América Latina. Muchos de los cuales proceden de una operación realizada en 2007, por la que el Santander obtuvo 950 millones de euros, con más de 600 millones en plusvalías.

Sura analiza la posibilidad de comprar los fondos de pensiones del BBVA en los países de la región donde la normativa permita hacerlo. Pero deja claro que depende de cómo el grupo español afronta la operación. El presidente del grupo colombiano, David Bojanini, proclama que Sura quiere aprovechar las oportunidades que surgen por la retirada de los grupos europeos del mercado de pensiones de América Latina.»Estamos listos, las crisis también traen oportunidad y hay que saberlas aprovechar«, dijo en el Foro Reuters sobre Inversión en América Latina.

«Es una cuestión que estamos apenas explorando. No podemos decidir ahora qué activos vamos a comprar en cada país, porque tenemos que mirar muy bien qué quiere hacer el BBVA con sus activos y qué oportunidades puede haber para nosotros ahí«, explica.

Sura no quiere una venta en bloque del negocio del BBVA, porque “en muchos de los países donde ellos tienen administradoras de planes de pensiones, por razones regulatorias nosotros no podríamos adquirir más empresas que estuvieran en esa actividad, tenemos algunas limitaciones en cuanto a reglas de competencia”.“Eso lo tenemos que ver con mucho cuidado«, insiste.

El negocio de pensiones es coherente con la estrategia de expansión de Sura por América Latina, que busca captar a la clase media emergente en esos países. Pero busca entidades que “sean líderes en su mercado, que tengan buen gobierno corporativo, que tengan buena reputación”. “Nos gusta asumir el control cuando compramos una empresa, no comprar posiciones minoritarias«, concluye su presidente.

El Santander, el primero en dar en paso

En 2007, el Santander vendió todos sus negocios de fondos de pensiones en América Latina (una Afore en México, AFP en Chile, Colombia y Uruguay) a ING por 1.300 millones de dólares. Cuatro años después, y como consecuencia de su rescate por la crisis financiera, el grupo holandés se deshizo de sus posiciones en América Latina y obtuvo 3.763 millones de dólares por ceder a Sura sus operaciones de pensiones, seguros y fondos de inversión en México, Chile, Colombia, Perú y Uruguay. El grupo colombiano se convertía en el mayor administrador de fondos de pensiones y de retiro en América Latina.

Pero entremedias ha habido más operaciones. En 2009, la filial mexicana del canadiense Scotiabank vendía a Profuturo su Afore, que gestionaba activos por 3.51 millones de pesos, en una operación que se concluyó en 2010. En 2011, la aseguradora norteamericana Principal adquiría la Afore del británico HSBC en México por 2.360 millones de pesos, y se colocaba entre las seis mayores del sector. Y este año se ha producido la fusión de la Afore de Banorte, el único de los grandes bancos mexicanos con capital íntegramente local, con el público IMSS, creando la mayor firma del sector con participación del Estado (la primera es de Banamex, la filial mexicana del grupo estadounidense Citi).