La integración de Liberbank, Ibercaja y Caja 3, que crea el séptimo grupo financiero por volumen de activos (119.000 millones), obliga a BMN a reaccionar si no quiere quedarse como el nuevo grupo de cajas más pequeño. La fusión liderada por CajaMurcia y de la que forman parte también Caja Granada, la catalana Caixa Penedés y la balear Sa Nostra mantiene la prioridad de la adjudicación del Banco de Valencia, que le aporta 25.000 millones en activos y, sobre todo, le permitirá completar su presencia en el arco mediterráneo: Cataluña, Comunidad Valenciana y Región de Murcia, Baleares y Andalucía. Quedarse con la entidad nacionalizada, participada por Bankia (que la heredó de Bancaja), le da a BMN una posición más ventajosa a la hora de plantearse una nueva integración.

Porque parece claro que, tras la operación entre Liberbank e Ibercaja, BMN tiene muy complicado continuar en solitario. Especialmente si no logra el Banco de Valencia, porque entonces se queda como el grupo de cajas más pequeño, y sólo supera en tamaño a Bankinter dentro del sector. Con el Banco de Valencia se coloca en los 93.000 millones en activos. Por encima de KutxaBank, fruto de la fusión de las tres cajas vascas (BBK, que logró la adjudicación de la cordobesa CajaSur; la guipuzcoana Kutxa, y la alavesa Vital), que tiene 74.000 millones, y de Unicaja España Duero, que suma 79.000 millones. Y BMN busca la mejor alianza posible.

Unicaja es la primera opción. Tiene el atractivo de aumentar la presencia en Andalucía y de entrar en Castilla y León. Pero la entidad malagueña está centrada en la integración de Caja España Duero, que quiere tener definitivamente cerrada en otoño, aunque obviamente no cierra la puerta a una nueva operación. Unicaja más BMN suman 147.000 millones en activos, acercándose a bancos como Popular (161.000 millones) y Sabadell (166.000 millones) y poniendo distancia respecto al grupo de Ibercaja, Liberbank y Caja 3.

El problema es que BMN, sin Banco de Valencia, está en inferioridad de condiciones a la hora de negociar con Unicaja, que es más grande. En lo que gana a Unicaja España Duero es en la cobertura del ladrillo, que es una de las más elevadas del sistema financiero español. En la entidad malagueña repiten, como un mantra, la idea de que no necesita más fusiones, al tiempo que insisten en que los esfuerzos están centrados en la absorción de Caja España Duero. A BMN tampoco le gusta mucho que su hipotético socio cuente con ayudas públicas, y que éstas serán casi obligadas en caso de una fusión con Unicaja.

El presidente de BMN y de CajaMurcia, Carlos Egea, tendrá que hilar muy fino para convencer a su colega Braulio Medel de que una operación entre ambos grupos es beneficiosa para Unicaja. Un buen argumento es que la fusión con BMN devuelve a Unicaja a la tercera posición (tras CaixaBank y Bankia) entre los grupos de cajas y a la séptima entre todo el sector, que ha perdido tras la operación de Liberbank, Ibercaja y Caja 3.

La otra opción que maneja BMN es una unión con la Kutxa. El grupo resultante sumaría 142.000 millones y sería el séptimo más grande del sistema financiero español. A BMN le gusta especialmente que no se produzcan problemas de duplicidades de redes, que el grupo vasco aporta BBK Bank, la antigua Cajasur, con una gran presencia en Andalucía. Y que KutxaBank no ha recurrido a ayudas públicas. También destaca su gran solvencia, de las mejores de todo el sistema financiero español. Y un peso del ladrillo mucho menos pesado que en otros grupos.

La clave está en Valencia

Pero todos los movimientos de BMN están condicionados a si logra o no el Banco de Valencia. Y aquí el tiempo juega en contra de sus intereses. Las entidades deben presentar sus planes de integración al Banco de España antes del 30 de junio, y la decisión sobre éstos será ya tarea del gobernador que sustituya a Miguel Ángel Fernández Ordóñez. La presentación de ofertas vinculantes por el Banco de Valencia deberán remitirse el 12 de julio, en lugar del 27 de junio inicialmente previsto, lo que supone que no se adjudicará hasta finales de julio.

En el Banco de Valencia, Santander, BBVA, BMN, Ibercaja, Unicaja, Banco Popular y Liberbank realizaron ofertas no vinculantes. Y se ha abierto el proceso de entrevistas a los directivos de la entidad. En esta fase ya no están el Banco Popular ni Liberbank, que han declinado hacer ofertas vinculantes. Y los dos grandes bancos apenas se molestan en ocultar su escaso entusiasmo por esta operación, más pendientes de lo que suceda con el futuro de CatalunyaCaixa y de Novagalicia y de la idea de integrar todas las entidades nacionalizadas en torno a Bankia. Y el principal favorito para quedarse con el Banco de Valencia continúa siendo BMN.