El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, ha augurado una redimensión de la CAM «equilibrada en el territorio» con el cierre previsto de 450 oficinas y la desaparición de 2.200 empleos que ha anunciado este miércoles el banco catalán, según explicó un día antes de que se celebre su junta general de accionistas este jueves. Dicha redimensión viene a dar respuesta a la ayuda pública recibida por la CAM antes de que fuera reprivatizada, una vez adquirida por el Sabadell, el primer adjudicatario de una entidad intervenida por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Oliu se ha mostrado satisfecho por el visto bueno de Bruselas a la fusión que acaba de dar la Unión Europea a la operación, pese al momento de «incertidumbres y muy delicado» que atraviesa el sistema financiero español. Con el placet de Bruselas, la operación de fusión se cerrará la próxima semana, aunque el presidente del Banco Sabadell ha preferido no desvelar los resultados del primer semestre para indicar las repercusiones contables de la fusión. Únicamente ha adelantado que «creará valor» tanto para los accionistas como para los clientes.

El ajuste que se va a realizar, según ha explicado Oliu, responde a los requerimientos de la Unión Europea en los que se pide reducir capacidad tras la fusión entre el Banco Sabadell y Banco CAM.

Oliu concretó que se prevé que el 60% del ajuste de empleos y sucursales se produzca en los «territorios» de la CAM, esto es, Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares y, el 40% restanta en los logares en los que opera la unión de ambas entidades tras su fusuón.

Siguientes pasos

Dentro de la hoja de ruta prevista para la operación, está previsto que la CAM deje de existir como marca el próximo 8 de diciembre, fecha en la que el Banco Sabadell prevé finalizar el proceso de fusión. Pero antes, entre septiembre y principios de diciembre está previsto presentar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ajustará la plantilla. Dicho ajuste habrá sido negociado previamente con los representantes sindicales de las entidades. Banco Sabadell está dispuesto a ofrecer recolocaciones y prejubilaciones, además de despidos, si bien no tendrán carácter voluntario ya que de lo que se trata es de definir primero qué oficinas quiere unir para ver después a qué empleados afecta.

De estas cifras (450 oficinas y 2.200 empleados) habría que restar las 100 sucursales que ya se han cerrado desde que tuvo lugar el anuncio de la fusión.

Oliu, además, se ha mostrado convencido de que tal y como se encuentra el sistema financiero español, toda ayuda que se preste deberá ir acompañada de una reducción de capacidad y que ajustes como el que ahora acomete Banco Sabadell y CAM se irán conociendo en los próximos meses.

Así, en el caso de CatalunyaCaixa, el presidente del Sabadell dijo sobre su proceso de venta por parte del FROB que «sigue adelante» y que los únicos indicios que hay es que esta operación se «completará», si bien es el propio Estado el que debe decidir si mantiene más tiempo la entidad como pública. Todo dependerá -concluyó Oliu- de las ofertas privadas que se presenten, «todo lo demás son especulaciones».