Repsol insiste en que la incautación de YPF no limita el crecimiento del grupo

31/05/2012

Miguel Ángel Valero. Su presidente, Antonio Brufau, defiende las reformas puestas en marcha por el Gobierno de Mariano Rajoy porque harán a España "mucho más competitiva".

La expropiación ilícita de YPF no afecta a la capacidad de crecimiento de ninguno de los negocios fuera de Argentina”, explica el presidente de Repsol, Antonio Brufau, a sus accionistas en la primera junta general que se celebra desde la polémica decisión de Cristina Fernández de Kirchner. Brufau señala que ya en la elaboración del plan estratégico anterior, el de 2007-11, se contemplaba una reducción de la exposición del grupo a YPF y a Argentina. Así, la desinversión del 41,6% de YPF redujo un 41% la exposición de Repsol a YPF: de 12.200 millones de dólares en diciembre de 2007 a 5.300 millones en 2011, más 1.900 millones que corresponden al préstamo a accionistas y que tiene el 6% de las acciones de YPF como colateral. Precisamente el hecho de que estos accionistas no paguen el préstamo hace que Repsol, que se quedó con el 6% de YPF tras la incautación, ahora tenga el 12% y sea el mayor accionista privado. Vivir para ver.

YPF, “brutal expolio que esconde un intento de extorsión”, como lo describió el primer accionista que intervino en la junta, supone el 21% del beneficio de 2011, y el 33,7% de las inversiones, de todo el grupo. Brufau aprovecha la junta de accionistas para lanzar un doble mensaje. Por una parte, Repsol ha iniciado ya “la larga batalla jurídica” para defender sus intereses, tanto dentro como fuera de España, incluida la reclamación a los accionistas argentinos de YPF para que paguen el préstamo. Por otra, insiste en que lo mejor para todos, para Repsol pero también para Argentina, es “sentarnos a negociar”. Lo cortés no quita lo valiente.

Brufau, como prácticamente todos los presidentes de las grandes entidades españolas, hizo en la junta una referencia, casi obligada, a las reformas estructurales puestas en marcha por el Gobierno de Mariano Rajoy. Estas medidas van a “fortalecer” a España y la van a hacer “mucho más competitiva”, señala el presidente de Repsol.

La junta no se celebra en el mejor momento, porque la acción de Repsol está en mínimos de tres años y porque se ha anunciado una reducción del dividendo. Pero Brufau defiende el plan estratégico 2012-16, basado en un crecimiento de la producción superior al 7% anual, para llegar a los 500.000 barriles equivalentes producidos (bep)/día en 2016.El presidente de Repsol explica a sus accionistas que hay diez proyectos en marcha (dos en Brasil y en Venezuela, otro en Estados Unidos, Rusia, Bolivia, Perú, Argelia y España, en Lubina-Montanazo) que garantizan más de 200.000 bep/día de incremento de la producción neta en 2016. La inversión media en exploración supera los 1.000 millones de dólares anuales, que supone 6,5 dólares por barril, “entre los líderes de la industria”, insiste Brufau. De esta forma, se sientan “la bases para la nueva fase de crecimiento”.

Otra pata importante del plan de Repsol postYPF es es el gas natural. Aquí el objetivo es “aprovechar la integración y la flexibilidad del negocio para maximizar la rentabilidad”. Se espera un fuerte crecimiento del cashflow (2,7 veces la media de 2008-11) y una reducción del 70% de las inversiones tras finalizar los proyectos clave. En downstream, se trata de “maximizar el retorno de la inversión y la generación de caja” mediante la eficiencia operativa y la disciplina financiera.

Gas Natural Fenosa aporta “diversificación, estabilidad y fuerte generación de caja”, justificando la operación estratégicamente (“una buena oportunidad como paquete industrial con valor estratégico intrínseco”), operativamente (cartera muy complementaria a la de Repsol), en gestión de riesgos, y financieramente: la empresa estima un Ebitda de 5.000 millones de euros este año, y proporcionará un “importante flujo de caja para Repsol vía dividendo, que se espera se incremente a corto plazo”.

Disciplina financiera

El presidente de Repsol se compromete con la disciplina financiera y maneja varias opciones para reducir la deuda entre 7.000 millones de euros y 9.000 millones: conversión de preferentes en bonos convertibles en acciones (anunciado ayer a la CNMV por 3.000 millones), venta del 5% de autocartera, optimización del fondo de maniobra y desinversiones. En el primer trimestre se han obtenido 1.360 millones de euros por la venta de autocartera. Y la venta de activos no estratégicos, con riesgo de exposición, baja rentabilidad proporcionará entre 4.000 millones y 5.000 millones.

El plan estratégico contempla en 2016 un Ebitda de 1,9 veces el de 2011; 1,7 veces el Ebit, y 1,8 veces el beneficio neto. El dividendo de 2011 es de 1,16 euros por acción, con la opción de cobrar en acciones. Y se garantiza un payout a partir de este año de entre el 40% y el 55% del beneficio, en función de cómo evolucionen las circunstancias.

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