Obligado a desmentir los rumores “sin sentido” sobre un supuesto plan del Fondo Monetario Internacional (FMI) de nada menos que 300.000 millones en caso de que España no obtuviera financiación para el rescate de Bankia, según publicó el ‘Wall Street Journal’, De Guindos arrancó su análisis de la turbulenta situación por la que atraviesa España en las jornadas del Círculo de Economía que se celebran en Sitges, con un prudente optimismo no exento de real dramatismo. Para Guindos, el euro se encuentra en una encrucijada, que a su juicio surge por la situación en Grecia y la incertidumbre sobre el resultado de sus segundas elecciones.

Pase lo que pase en las elecciones griegas, De Guindos afirmó ante el empresariado catalán que “el proceso del euro es irrevocable”. El segundo impacto que afecta a la actual turbulenta situación, lo atribuye el ministro a la desaceleración económica europea que cerrará el año con un crecimiento negativo.

En cuanto al futuro del euro, De Guindos reveló que se jugará en las próximas semanas en España e Italia, países que “cotejan las necesidades del entramado institucional de la moneda única, que sólo se solucionarán con una mayor integración europea”. El ministro aseguró que “España es el ejemplo fundamental para ver la salida de la batalla del euro que se está librando en nuestro país e Italia». En ese sentido, De Guindos apostilló que “todos deberíamos hacer un esfuerzo porque nos jugamos mucho».

En cuanto a los desequilibrios españoles, el nivel de endeudamiento es una de sus flancos débiles, al suponer el 140% del PIB, porcentaje del que el 40% corresponde sólo a los promotores inmobiliarios. Una deuda contratada con el resto del mundo que tiene que afrontar vencimientos. La situación de los bancos españoles no ayuda a hacer frente a la financiación. La corrección del sistema financiero, que atesora 310.000 millones de euros en activos inmobiliarios requiere un mayor esfuerzo de provisiones para garantizar la solvencia.

Hoja de ruta del Gobierno

Ante esta convulsa situación, la hoja de ruta del Gobierno tiene varias etapas a lo largo del mes que acabamos de iniciar. La primera será el 11 de junio, cuando el FMI emita el informe completo que ha elaborado en España después de haber sometido a un test de esfuerzo a su sistema financiero. Según De Guindos, el informe concluirá según ya avanzó el organismo internacional, en el sentido de que el 70% del sistema financiero español resistiría escenarios calculados para unas caídas del PIB del 4% año tras año. Para el ministro, buena parte del porcentaje que no resistiría (30%) lo acapara Bankia, a cuya intervención se refirió en respuesta a preguntas de los empresarios asistentes a las jornadas de Sitges.

La siguiente etapa de la hoja de ruta del Gobierno se sitúa en la tercera semana de junio, una vez se conozcan los resultados de las elecciones griegas del 17 de junio. Esa semana los dos evaluadores independientes contratados por el Gobierno y que colaboran con el BCE, el Banco de España y el FMI, emitirán otras dos valoraciones con otra prueba de esfuerzo del sistema bancario español. Así las cosas, para el ministro confía en que antes de finales de junio el Gobierno tenga “dos contrastes para dar confianza” a los mercados.

Pasos hacia la Unión Monetaria

En cualquier caso, la solución para el actual panorama de la Unión Monetaria Europea no es otra que “dar pasos hacia la unión bancaria con más supervisión, e ir hacia un sistema de seguro de depósitos de toda la zona monetaria, con la existencia de un mecanismo de inyección de capital en casos necesario”. Para De Guindos, “en las próximas semanas veremos señales en esa dirección”. En ese sentido, el ministro señaló que hasta la cumbre europea de finales de junio “se darán pasos en esa dirección, como comentaba el presidente del BCE y el presidente de la Comisión Europea”.

Entre las respuestas a las preguntas que formuló al ministro el nutrido auditorio, que le escuchó durante 45 minutos en un atronador silencio, destacó la afirmación de que hasta el año que viene el Gobierno no tiene previsto subir el IVA y bajar las cotizaciones a la Seguridad Social, medidas que supondría una devaluación interna. También restó importancia el ministro a la supuesta fuga de capitales de España, que atribuye a los vencimientos de deuda pública.

En cuanto a Bankia, De Guindos negó que el Gobierno hubiera actuado con retraso ante su situación, al recordar que sólo hace cinco meses que ha tomado posesión. En ese sentido, el ministro afirmó que “si no hubiéramos rescatado Bankia hubiéramos caído en la gran depresión».