Un estudio conjunto realizado por la empresa de investigación de mercados Ipsos y Eurocarers (principal asociación europea de cuidadores familiares y que representa a los 125 millones de cuidadores existentes) se ha presentado en el marco del IV Foro Mundial sobre la Incontinencia celebrado el pasado mes de abril en Copenhague. El ONI (Observatorio Nacional para la Incontinencia) se ha hecho eco del informe.

La investigación se realizó en Italia, en el año 2011 y analizó la calidad de vida relativa en más de 600 cuidadores, todos ellos de más de 18 años de edad, que cuidaban durante al menos 10 horas a la semana de un familiar de más de 60 años que no vivía en una residencia. El estudio comparó dos grupos utilizando un indicador mixto de la calidad de vida: el primer grupo (grupo de control) estaba formado por personas que cuidaban al menos durante 10 horas a la semana de familiares ancianos que aún no precisaban cuidados formales, pero que sufrían alguna dolencia por la que necesitaban ayuda. El segundo estaba integrado por cuidadores que debían hacer frente a la tarea adicional de controlar los problemas de su familiar con incontinencia moderada o grave.

La investigación concluyó que las personas que cuidaban de familiares con incontinencia tenían una calidad de vida considerablemente peor. “El estrés adicional de tratar con un familiar que sufre incontinencia afecta gravemente a muchos cuidadores”, dijo Giovanni Lamura, vicepresidente de investigación de Eurocarers.

Un segundo estudio realizado también por Ipsos y finalizado en el año 2012 sobre los mismos sujetos activos, en siete países europeos (Alemania, Brasil, China, Estados Unidos, Francia, Rusia y España) halló un importante subgrupo -representativo del 20% de todas las personas que cuidan de familiares con incontinencia– con una calidad de vida inferior en un 47,8% frente a la media del grupo estudiado (índice de calidad de vida de 7,1 versus 13,6). Estos, hablaban con frecuencia de sentimientos de impotencia, de encontrarse exhaustos tanto emocional como físicamente y de sentirse alejados de cualquier atisbo de llevar una vida normal, debido a la carga de los cuidados.

Ante esta situación, el estudio de Eurocarers hace hincapié en la información, y su repercusión positiva inmediata en el bienestar de los cuidadores familiares de las personas con incontinencia.

El ONI destaca cómo las conclusiones de ambos estudios sugieren que la información es un elemento de apoyo fundamental. El Observatorio actúa como nexo en España entre los diferentes sectores sociales implicados en la enfermedad: pacientes, familiares, profesionales sanitarios, administración y demás colectivos interesados.  En él se promueve el debate y la difusión de información sobre la incontinencia urinaria.