El secretario general del PSOE ha defendido que “los grandes países son los que afrontan los grandes retos unidos”, como ha sido el caso de Canadá y Alemania. En ese sentido, Rubalcaba ha propuesto un gran pacto nacional en asuntos importantes para que España gane confianza internacional. En su opinión, “no es la primera vez que ejercitamos la confianza en nosotros mismos traducida en pactos, que no sólo resuelven un problema de eficacia, ya que el consenso genera confianza. España necesita un gran pacto como el comer”, concluyó el líder de la oposición en respuesta a una pregunta que el presidente del Círculo de Economía, Josep Piqué, ha formulado al líder de la oposición y que ha anunciado que mañana trasladará al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, antes de que pronuncie la conferencia de clausura de las jornadas que se celebran en Sitges.

“¿Cómo vamos a pedir confianza fuera si dentro no la tenemos ni nosotros mismos”, fue la frase inicial con la que Rubalcaba se dirigió al empresariado catalán, reunido en la vecina localidad barcelonesa en unas jornadas que llevan por título: “Ante una encrucijada histórica”. Sin embargo, el líder de la oposición no amagó su rol político y criticó la acción del Gobierno de Rajoy. Sobre todo en cuanto a la actuación en Bankia y la supuesta pérdida de prestigio del Banco de España. En este sentido, aún reconociendo que “el regulador puede que no ha estado acertado”, Rubalcaba apeló al sentido común para trasladar a la ciudadanía que el fallo en el sistema financiero español “es un fallo multiorgánico” y, por tanto, “hay mucha gente implicada y es bueno que se arregle”.

Rubalcaba criticó en ese sentido que se simplifique el problema de Bankia culpando al regulador. “Seamos sensatos, porque todos tenemos algo que ver con esa situación”, reconoció el líder de la oposición, para a renglón seguido criticar que “no te puedes cargar la institución, porque en la crisis de Lehman Brothers, nadie cuestionó la institución de la Reserva Federal: Las instituciones hay que defenderlas”, concluyó. Alienándose al informe que acaba de dar a conocer la Comisión Europea sobre nuestra senda de consolidación fiscal, que a juicio de Rucalcaba, “supone una enmienda a la totalidad del ajuste, incluso a la reforma laboral”, el líder del PSOE también se mostró partidario de las críticas que formuló el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, sobre la crisis de Bankia, en el sentido de que “no se podía haber hecho peor”.

Sin abandonar el caso Bankia, Rubalcaba confesó su preocupación por “la inseguridad que transmite el Gobierno al aumentar a cantidades estratosféricas, hasta los 23.000 millones de euros, la cantidad para su rescate”. Una preocupación que aumenta cuando oye decir al ministro (De Guindos) “que Bankia tendrá todo el dinero que necesite”, un criterio que, en opinión del líder de la oposición, no puede utilizarse “para prestar dinero público”. En este sentido, advirtió que, después de revisar esa cantidad en sede parlamentaria, “si se reproduce Bankia en el sistema financiero español, igual nos encontramos en un problemón que ahora no existe”, porque “no hay que dar por bueno lo que pide o dice que ocurre el presidente de Bankia. Debe de haber un supervisor que diga que los criterios son adecuados para echar una mano y sin perder dinero”, sostuvo Rubalcaba.

En el mismo tono opositor, el líder del PSOE justificó la abstención de su grupo en la ley del sector financiero con el argumento de que “introduce inquietudes a los ciudadanos , que ven que hay recursos públicos para Bankia y sin embargo tienen problemas en sus hipotecas y con las preferentes”. A su juicio, “algo habrá que hablar de los créditos, porque se trata de pensar en los bancos y en los ciudadanos”.

Pacto fiscal

A preguntas del empresariado catalán, Rubalcaba defendió el pacto fiscal desde la autoridad que le confiere “haber hecho uno, el actualmente vigente”. El líder de la oposición confesó que la palabra paco fiscal no le asusta. Entre otras razones, porque “los países federales tienen un sistema de financiación que constantemente discuten cómo se reparten los impuestos de los ciudadanos”. Tras reconocer que el debate “es pertinente”, aconsejó que “hay que dejar que madure, teniendo en cuenta el contexto político y económico que vivimos”. En ese sentido, defendió que el presidente del Gobierno convoque a todos los presidentes de las comunidades autónomas con el objetivo de discutir los grandes servicios públicos: sanidad y educación. “¿Qué cuesta esperar unos meses para noernos de acuerdo? Eso también es un pacto y da credibilidad”, concluyó.