Están las cosas mal

03/06/2012

diarioabierto.es.

Yo no miro los diarios, decía un hombre en un Bar,  muy serio. La televisión, de fondo, hablaba de la prima de riesgo. El hombre miró hacía la pantalla por encima de su hombro, resopló y le dijo al camarero que esto era un cachondeo, que se estaban riendo de nosotros: ¡Un banco, quieren salvar!, por Dios, que salven a las familias que no les llega el sueldo ya ni para pagar hipotecas. Y luego nos quieren subir los impuestos… claro, todo subiría y venir a tomar una copa al bar o un café se convertirá en un lujo, cuando es lo único, en ocasiones, que nos salva de caer en el hoyo, dijo el hombre concluyendo su monologo.

El hombre tras su discurso le pidió al camarero que le apuntase la copa en su cuenta, que ya le pagaría y salió del bar con la cabeza baja murmurando algo. Y en ese instante era el camarero el que resoplaba. En fin.

Están las cosas mal, esto ya lo sabemos. Los sueldos vuelan y se agotan antes de finalizar el mes, pero solo si tenemos sueldo. El paro sigue subiendo, conozco cientos de personas que buscan trabajo sin encontrar. Echan curriculum pero nunca les llaman. Se les termina el paro, la vida les aprieta, el agobio les convierte en seres sin esperanza ya alguna. Es duro. Es terrible querer trabajar pero encontrar siempre una negativa por respuesta.

Hace poco conocí la historia de una familia, a la que el banco le ha embargado por no pagar la hipoteca. El padre relataba su historia con lágrimas en los ojos. Explicaba que su mujer quedó en paro hace un año y medio, que la hipoteca subió y que con su único sueldo no les llegaba para poder con todos los gastos. Padres de un hijo, que ahora, se ven teniendo que irse a vivir a casa de sus respectivos padres. Se han tenido que separar (por ahora) hasta que ella encuentre un nuevo trabajo, y puedan, de nuevo, buscar un hogar, esta vez de alquiler y empezar una nueva vida, juntos. El hombre repetía una y otra vez: una hipoteca en los tiempos que corren es como una soga que te termina ahogando, si te quedas sin trabajo, el banco no perdona un mes , ni dos… Un alquiler es la mejor opción, buscar algo medianamente barato que podamos pagar y podamos dejar en un momento dado. Sin que nadie te diga que tienes que marcharte porque tu piso ahora, es del banco.

Lo cierto es, que se me hizo un nudo en la garganta con la historia. Es la realidad de muchas personas, y que desconocemos porque no todas salen en la televisión o en los periódicos. No todas llegan a nuestros oídos.

Y da miedo leer periódicos y noticias. Da miedo la política y los políticos. Y todos los cambios que nos afectarán a los ciudadanos de a pie.

Solo espero y confío en que pronto las aguas vuelvan a su cauce. Aunque me cuesta mucho creer que vayamos a mejor, que España vuelva a ser la España que fue. Porque están las cosas mal, están las cosas muy mal. Así lo comenta la gente, así lo vive la gente.

Y mientras España espera a ser rescatada, miles de familias esperan lo mismo cada día, sin éxito alguno.

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Un pensamiento en “Están las cosas mal

  1. Querida amiga. Están las cosas muy mal, cuánta verdad. Gracias hacerme abrir los ojos en un lunes como este.

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