Sin duda, uno de los enclaves mágicos capitalinos gira en torno a la diosa: puerta de Alcalá Banco de España, Palacio de Buenavista, Círculo de Bellas Artes, Palacio de Linares, Instituto Cervantes, Casino de Madrid  -insuperable tal acumulación de belleza arquitectónica- y la esbelta figura de la Victoria Alada coronando la cúpula del Metrópolis, desafiando altiva a todo aquel mortal que osa pasear bajo sus pies en la confluencia de Gran Vía con Alcalá. Desde ahora, cualquiera de ustedes podrá rivalizar con la estatua más sensual de los cielos de Madrid desde la terraza que domina Cibeles, mientras siente que alcanza con las yemas de los dedos los últimos rayos del sol al atardecer o la luz de la luna.

Se trata del nuevo espacio que dirige el toledano Adolfo Muñoz, chef reconocido internacionalmente y poseedor de prestigiosos premios de gastronomía. Adolfo ya se encarga de la cafetería de la segunda planta y gobierna el selecto restaurante de la sexta -llamado a convertirse en uno de las opciones gastronómicas de referencia en cuanto culmine su rodaje- en el que nos regala una ventresca de cordero de chuparse los dedos, un delicioso hígado de pato con especias, y ¡cómo no!, tratándose de un pedacito de ciudad imperial entre los cielos de Madrid, una insuperable perdiz toledana en dos texturas. La carta se acompaña con más de 130 referencias de vinos entre los que no faltan los vinos de La Mancha como Marqués de Griñón, Finca Sandoval, Pago Guijoso, Pago del Ama o Pago de Vallegarcía,  champagnes premium como Moët Chandon o Dom Perignon, y por supuesto, vinos de la Comunidad de Madrid, como Dehesa Valquejigoso, Pagos de Familia, Regajal o Tagonius.

Desde este mes de junio semejantes bocados pueden degustarse contemplando el grandioso espectáculo visual que ofrece una de las panorámicas más hermosas y castizas de Madrid: las terrazas del Palacio de Cibeles. Una de ellas hará las veces de restaurante. La otra -abierta desde el mediodía hasta las dos de la madrugada y decorada con estética chill out– ofrece en horario ininterrumpido cafés gourmet -destilados con agua mineral-, combinados, cócteles y delicatessen para acompañar -jamón de jabugo, ostras, una excepcional cecina de ciervo…

Con la apertura de las terrazas se culmina la transformación del Palacio de Cibeles de sede exclusivamente municipal a multiespacio camaleónico para disfrute de los ciudadanos. Un acierto. Les recomiendo un atardecer, champagne en mano, disfrutando del contraste que proporcionan las luces del ocaso, en buena compañía, rodeados de seres mitológicos -además de la diosa símbolo de Madrid, las fenestras palaciegas cuentan con deidades egipcias, romanas y hasta aztecas en su fachada. Un lujo.