La Ceca se reinventa para dar respuestas a la concentración de las cajas

06/06/2012

Miguel Ángel Valero. Tras crear un banco instrumental, da prioridad a áreas como la consultoría y la prestación de funciones de depositaría de instituciones de inversión colectiva y de custodia de valores.

En marzo, el consejo de administración de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (Ceca), presidido por Isidro Fainé (presidente de ‘la Caixa’ y de CaixaBank), aprobaba el proyecto de constitución de un banco instrumental al que traspasará sus activos y pasivos para el ejercicio indirecto de su actividad financiera. No hacía nada original, sino imitar lo que han hecho todas las cajas (con la excepción de Caixa Pollensa y Caixa Ontinyent): bancarizarse para tratar de seguir siendo entidades de ahorro.

La Ceca seguirá desempeñando su función de representación de los intereses de los grupos de cajas. Y, a través de su banco instrumental, continuará ofreciendo, a las cajas y a terceros, servicios de tesorería, custodia de valores, depositaría de fondos, pagos interbancarios, entre otros, para consolidar su posición como “una entidad financiera mayorista de referencia en el mercado español”. “Con la creación del banco instrumental, la Ceca verá mejorado su posicionamiento comercial: el nuevo banco le permitirá incrementar su capacidad de acceso a clientes ajenos al sector de cajas, nacionales e internacionales”, explican en la Confederación.

Al mismo tiempo, la Confederación potencia su oferta no estrictamente financiera: servicios tecnológicos y, sobre todo, de análisis, consultoría e investigación.

El cambio estratégico de la Ceca se fundamenta en el proceso de concentración que vive el sector: de las 45 cajas que había al inicio de la crisis financiera internacional se ha pasado a 14 grupos, en el momento de decidir su consejo de administración la creación de un banco instrumental. Desde marzo, los 14 grupos se han quedado en ocho (más las dos cajas que no participaron en el proceso): CaixaBank, Banco Financiero y de Ahorros/Bankia, Unicaja España Duero, CatalunyaCaixa, NovaGalicia, Kutxabank, BMN y el recientemente formado por Ibercaja, Caja 3 y Liberbank.

El proceso de concentración no ha terminado, porque hay intentos de fusiones en marcha, con Unicaja, BMN y Kutxabank implicados; está la subasta de CatalunyaCaixa, si finalmente se realiza; la de NovaGalicia, si no consigue inversores privados, y el futuro de BFA/Bankia tras su nacionalización.

Como no podía ser de otra manera, la Ceca no ha querido permanecer ajena a los cambios experimentados por las cajas. Primero, reformó sus estatutos para dar cabida en sus órganos de gobierno a los nuevos grupos de cajas. Luego, hizo su propia reducción de capacidad instalada, con un ajuste de plantilla, mediante prejubilaciones, que ha reducido en un 22% los gastos de personal.

En tercer lugar, está llevando a cabo “una completa revisión del catálogo de productos y servicios para garantizar su adecuación a las nuevas necesidades de las entidades adheridas y del resto de clientes de la Ceca”, explican en la institución que dirige José María Méndez. Este examen ha implicado la supresión de líneas de negocio con perspectiva de crecimiento negativo, al tiempo que ha fijado las prioridades en cuatro áreas: tesorería, medios de pago, consultoría y depositaría y custodia de valores.

Esa priorización de servicios de demanda creciente, como la depositaría de instituciones de inversión colectiva y fondos y planes de pensiones, ha hecho que esta actividad sea la que está registrando un mayor crecimiento en el ejercicio en curso. Una de sus últimas operaciones es convertirse en la entidad depositaria de los fondos de inversión, sociedades de inversión de capital variable (Sicav), y fondos de pensiones del grupo BMN. Con esta operación, que se suma a la cerrada con Caixabank a comienzos de año, la CECA pasará a tener en su Depositaría un volumen de 35.000 millones de euros entre fondos de inversión, Sicav y fondos de pensiones.

Al mismo tiempo, la Ceca, como prestadora de servicios de consultoría, ha participado en todos los procesos de fusión de cajas, con el consiguiente negocio generado por estas tareas.

Refuerzo de la oferta

Entre los productos y servicios de la Ceca que se están reforzando para adaptarlos a la dimensión y características de los nuevos grupos de cajas, y que forman parte del plan de redefinición de los servicios de la Confederación, figuran el outsourcing tecnológico; el proyecto de movilidad (la prestación de servicios financieros a través del teléfono móvil); la seguridad y firma digital en la relación a distancia entre entidades financieras y organismos públicos.

También soluciones de business intellligence y de data mining, que permitan la generación de ofertas a clientes por vía digital. O los servicios de consultoría. Y la gestión de activos inmobiliarios, una opción que cobra interés con la exigencia a toda la banca para que traspase éstos a sociedades de gestión especializada.

Otra actividad que se quiere potenciar es la ofertas de servicios financieros en modalidad cloud computing (la famosa nube en Internet), para la gestión financiera de clientes. Y el servicio centralizado de prevención de fraude y de resolución de incidencias en materia de pago.

La Ceca quiere desarrollar aún más su presencia en el negocio de depositaría y custodia de valores, sin olvidar la plataforma de tesorería y de prestación de servicios de back office a salas de mercados de entidades, y el servicio de soporte de la actividad internacional de las entidades.

Cooperación para la eficiencia

La reinvención de la Ceca está suponiendo también una refundación de una de sus actividades de mayor éxito: COAS, la Comisión de Organización y Automatización de Servicios, una referencia, no sólo nacional sino internacional, de cooperación entre entidades financieras pese a ser competidoras. Tras la brillante etapa de Álvaro Arvelo, presidente de CajaCanarias (integrada primero en Banca Cívica y luego en CaixaBank) como máximo responsable desde 1999, en la última reunión de 2011 de la COAS, donde están ya todas las entidades del sector, toma el relevo Fernando Martínez Jorcano, director general adjunto de Negocios y Medios de Kutxabank (era director general de la Kutxa en el momento de la fusión de las cajas vascas).

El objetivo sigue siendo el mismo: cooperación de las cajas para generar eficiencias. Pero la nueva etapa busca gestionar mejor la innovación, profundizar en la prestación de servicios y dar respuesta a las necesidades estratégicas y de negocio de las cajas.

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