Pese a que el Gobierno parece haber mostrado a quién quiere al frente del Banco de España, Luis María Linde, una duda que despejará este jueves, el Banco Central Europeo puga por José Manuel González Páramo, que dejó de ser consejero de la autoridad monetaria europea el pasado 31 de mayo. Pero esta preferencia podría poner en un brete al Gobierno de Mariano Rajoy, ya que todo apunta a que algunas entidades españolas necesitarán de la ayuda del BCE y el Fondo de rescate permanente europeo, que ejecutará lo que le diga la autoridad monetaria.

Por este motivo, Mario Draghi, el presidente del BCE, parece estar bastante enfadado con las noticias que le llegan de España sobre la forma de estar gestionando el Banco de España el problema de Bankia, y quiere que la persona que sustituya a Miguel Ángel Fernández Ordóñez sea alguien de confianza. Incluso en el Parlamento Europeo se da su nombre: González Páramo

En el BCE quieren además que el cambio de gobernador sea rápido, y que no se pierda ni un día en el traspaso de poderes. Por ello, otro argumento más, González Páramo sería la persona idónea, ya que conoce el problema a fondo y también el funcionamiento del Banco de  España del que ha sido consejero. También en su paso por el BCE, González Páramo ha dejado constancia de los contactos que tiene en el mundo financiero y su valía como negociador, explican fuentes cercanas a Draghi

A Draghi le preocupa que el cambio del gobernador se produzca justo cuando la tormenta financiera se ha instalado en España, por eso quién mejor que alguien de probada “cualificación personal trasfronteriza” y de “amplio prestigio internacional”, unas cualidades que a todas luces Linde, el preferido de Luis de Guindos, no cumple. Y a ello se suma, que alguien más conocido en Europa daría más confianza a los socios comunitarios.

Además, España con la marcha de González-Páramo deja de estar presente en el órgano de decisión del BCE. Desde 1998 siempre ha tenido algún consejero.

Linde solo ha sido director general del Banco de España en la década de los 90. Vivió varias devaluaciones de la peseta (el euro se instauró en el año 2001) y una crisis de deuda. Este curriculum no parece valer al BCE ante los problemas que se deben afrontar.

Tal vez otro de los nombres que se barajan, Antonio Sáenz de Vicuña, responsable de Asuntos Jurídicos del BCE podría ajustarse más a lo que pide el BCE, aunque no cuenta con el mismo prestigio ni imagen. Sáenz de Vicuña había sido propuesto por el Gobierno español para sustituir a González-Páramo, pero al final Alemania parece preferir para ese puesto vacío a un representante de Luxemburgo, Yves Mersch. España parece estar perdiendo presencia en las instituciones europeas.

Y desde luego se alejan del perfil que pide el BCE el expresidente del ICO, Fernando Becquer, o el actual secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre.