Este incremento demuestra el interés de los inversores por este tipo de títulos en un momento de volatilidad en los mercados.

En concreto, los bonos y obligaciones alcanzaron 64.277 millones de euros, un 42,7% más que en todo el año 2009, mientras que las letras situaron su volumen en 2.868 millones de euros, un 30% menos que durante el pasado ejercicio, según datos de BME recogidos por Europa Press.

Los repos o pacto de recompra se dispararon durante los diez primeros meses del año con un volumen total de contratación de 151.913 millones de euros, un 71,3% más que en 2009. Este tipo de operaciones suelen ser utilizado por el pequeño inversor.

Con ella, la entidad financiera vende un activo (normalmente letras, bonos y obligaciones del Estado o de las comunidades autónomas) y se compromete, transcurrido un plazo establecido (menor de un año) a recomprárnoslo a un precio fijado de antemano.

Este tipo de inversión se mantuvo en niveles inferiores a la propia contratación de bonos y obligaciones durante 2007 y 2008, pero en 2009 y en lo que va de año se ha disparado.

La deuda pública ha cobrado especial protagonismo en los últimos años como consecuencia de la volatilidad de los mercados de renta variable, aunque su rentabilidad sea inferior que en otras inversiones.