El sábado 9 de junio fue un gran día para la Unión Europea. El Gobierno de España pidió el rescate de su sector bancario y, gracias a esta decisión, España, Europa y el euro están hoy más seguros, o, al menos, eso dice el Presidente Rajoy

Después de haber dilapidado en pocos meses la confianza en nuestro país y de haber deteriorado aún más la imagen exterior de España, el Gobierno ha cedido a las presiones de las instituciones financieras internacionales y ha solicitado el rescate del sistema financiero español. Pero Rajoy, acostumbrado a retorcer los argumentos, a jugar con las palabras y a extraviarse en creativos eufemismos para ocultar la realidad, niega que exista tal rescate y se felicita por su éxito de haber conseguido una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros.

La aprobación del mencionado no rescate fue comunicada por el ministro de Guindos y Rajoy, que sabe establecer fríamente sus objetivos, no sintió necesidad alguna de dar la cara ante los ciudadanos para explicar algo tan normal, corriente y vulgar como la apertura de una línea de crédito, cuando la Selección Española debutaba en la Eurocopa, que es lo realmente importante.

No obstante, en su activa política, reactiva siempre y a remolque de los acontecimientos, tuvo que reaccionar con urgencia y convocar una apresurada conferencia de prensa para añadir confusión a los datos sobre el rescate, del que  otras fuentes informaban con claridad y precisión. Ya se sabe que las informaciones claras y directas, sin segundas lecturas, despistan y confunden mucho al personal. Era preciso intervenir para que quedara claro el supremo argumento de que “Yo no he sido” y retorcer las realidades de forma adecuada para que su legión de entusiastas palmeros tuvieran razones y oportunidades para jalear  y ovacionar su habilidad y  clarividencia y, de paso, echar la culpa al “apuntador”.

Oyendo al Sr. Rajoy, no podemos menos que felicitarnos de que Europa haya aprobado el no rescate con una línea de crédito de tan importante cuantía y sin condicionante alguno, según dice el Presidente del Gobierno y luego repetirán todos los suyos. Gracias a la sabia petición de Rajoy, por supuesto de motu propio y sin presión exterior alguna, Europa y el euro están salvados. Se trata, por supuesto, de una jugada magistral, de alta política, pensada para el bien  y el futuro de esa pobre y vapuleada Unión Europea. Es encomiable la generosidad, entrega y sacrificio del Gobierno español aceptando esa línea de crédito por el interés de todos.

El Gobierno español pide el rescate del sistema financiero, pero, en realidad, está rescatando a Europa y al euro. Lo que pretende Rajoy es el rescate de Europa.

Quedan luego algunas cosillas a considerar, tale como que el préstamo se concede al Estado Español y su destinatario es un organismo público que luego distribuirá a las entidades bancarias que lo necesiten, es decir, se traducirá en deuda pública ; que habrá que cumplir ciertas condiciones y que habrá que aceptar la supervisión de las autoridades europeas, etc., etc. Pero esto son minucias que traen a colación algunos resentidos con el fin de empañar el gran éxito de Rajoy. Pero, bueno, el tiempo dirá.