A Rajoy se le pide que hable pero, cuando lo hace, muy a menudo se añora de inmediato su silencio. A citas de una formidable enjundia intelectual tales como ‘oiga, mire usté, las cosas son como son’ o ‘estamos donde estamos’ ha añadido prodigiosos hallazgos del tipo ‘España no es Grecia’ o, en fechas más recientes, ‘España no es Uganda’ que delata que su erudición geográfica no conoce fronteras. Siempre voraz en su aportación dialéctica a la Historia también ha legado otras de nítido tinte visionario, caso del ‘no habrá rescate bancario’, y de su más reciente ‘de ésta saldremos bien y saldremos reforzados’. Dado que esta revelación mariana sobrevino en la Interparlamentaria del PP se colige que aludía a que a diputados, senadores y demás cargos de su partido les espera un futuro halagüeño en lo suyo pues no se entiende que esa premonición se refiera a la inmensa mayoría de los ciudadanos. Sería, siendo muy benevolente, frívolo cuando no provocativo.

De ‘ésta’, como usted dice, hay miles de familias que lo único que han salido es malamente de sus casas, desahuciadas, con sus hijos y sin futuro, de ‘ésta’ han salido por la tronera derechos sociales y de ‘esta’ se han ido por el desagüe conquistas laborales y poder adquisitivo de los trabajadores que será irrecuperable. Cuando hoy las empresas masacran con el martillo de los ERE a sus plantillas no sólo lo hacen motivadas por sus balances económicos. También les anima esa alfombra roja que su Gobierno ha desenrollado para que quienes se vayan ahora lo hagan con menos dinero y quienes vengan luego lo hagan con un salario más bajo y en peores condiciones.

¿Es eso es salir bien? ¿Es eso es salir reforzado? En caso contrario, ¿se compromete usted, señor presidente, cuando repunte la economía, a restituir todo el dinero que se ha recortado a los empleados públicos? ¿A atender a los inmigrantes sin papeles en los hospitales? ¿A no hacer de la educación casi un privilegio? ¿Puede asegurar que el despedido de hoy tendrá un contrato digno mañana? Como andará muy liado con las plegarias a Merkel y la Eurocopa ya le digo yo que no. Ya le anticipo que su preocupación irá más encaminada a los afeites de la estadística que a la solidez del empleo. Al fin y al cabo, cuando se presume de las bajadas del paro no se distingue entre quienes han conseguido un trabajo que les garantiza labrarse un proyecto de vida y quienes son explotados para simplemente poder garantizar su supervivencia.

Sus desvelos son de más altos y transoceánicos vuelos ya que ahora será México el escenario en el que el G-20 le ponga más deberes para salir del atolladero. Y eso que se ha puesto de un insurrecto que pasma con el FMI al negarse a subir el IVA de manera inmediata. Como se ha echado usted al monte no se descarta que al menos tarde dos semanas en hacerlo. Con tanto lío que, como usted bien dijo, hasta vive en él, acaso no haya reparado en la admirable soltura con la que doña Christine Lagarde habla de todo tipo de impuestos. Ella que, por razones de su cargo como directora del FMI, no los paga; algo que, no era óbice, para que fustigara a los griegos para que lo hicieran. Y en esas estamos don Mariano, que cuando salgamos de ‘ésta’ algunos que estaban bien saldrán mejor y otros saldrán con la cara reforzada y eso que ya de por sí la tienen muy, pero que muy, dura.