Gas Natural Fenosa ha emprendido la larga tramitación para construir un almacén subterráneo de gas en Balsareny, en la comarca del Bages, muy rica en minas salinas. El proyecto, en caso de obtener todos los permisos, supondría una inversión de entre 300 y 350 millones de euros y un importante impulso socioeconómico a esta zona, ya que en la construcción se emplearía a unas 200 personas y una vez activos los almacenes, serían 40 los empleos necesarios. Además, la explotación del almacenamiento es compatible técnicamente con la actividad de Iberpotash que explota la extracción de sales y no comportará reducción de actividad de la compañía minera.

La compañía ha realizado estudios en la zona durante los últimos dos años que han permitido comprobar la viabilidad técnica para el desarrollo de un depósito de gas en el área después de descartar la presencia de hidrocarburos. La futura reserva energética, en caso de que la compañía obtuviera luz verde, tendrá un volumen de almacenamiento útil de 3.200 GWh (400 GWh por cavidad), y una vida útil de 40 años.

El proyecto representaría completar el desarrollo de infraestructuras gasistas en Cataluña, territorio que carece de almacenes subterráneos, y tener así una menor  dependencia de las importaciones. La capacidad del almacén permitiría responder a toda la demanda de suministro de gas en Cataluña durante unos 14 días, o hacer frente a las necesidades doméstico-comerciales durante 140 días.
Al mismo tiempo, el proyecto permitirá la creación de un mercado -hub- para intercambios comerciales de gas en el sur de Europa y proporcionar la flexibilidad operativa necesaria para hacer frente a las oscilaciones de la demanda de Cataluña, como las que son fruto de olas de frío o cambios imprevistos de la demanda de gas para generación eléctrica, de forma que se aseguraría el suministro sin interrupciones.

Sin riesgos

Las cavidades, situadas a una profundidad de entre los 600 y 900 metros, no presentan ningún riesgo para la población, según la compañía Gas Natural Fenosa, ya que la falta de oxígeno en su interior hace imposible una combustión. Por otra parte, la construcción y futura puesta en funcionamiento de la infraestructura subterránea no supone ninguna modificación de las condiciones naturales del entorno y las cavidades se localizarán fuera de los núcleos urbanos.

En Europa, hay más de 30 almacenes en cavidades salinas en funcionamiento, principalmente en Alemania, Francia, Inglaterra, Dinamarca y Portugal. En la actualidad se están desarrollando más de 200 proyectos de almacenamientos en el mundo, de los cuales casi un centenar son en cavidades salinas.

Los trabajos de estudio e ingeniería podrían finalizar el 2013, y la tramitación administrativa y la obtención de los permisos a mediados del 2014. Después de obtener los permisos e iniciar las obras, se prevé que cada 2,5 años se podrían poner en marcha dos cavidades nuevas hasta sumar las 8 que contempla el proyecto. La actuación de construcción de la primera cavidad estaría completamente finalizada a mediados del año 2017.

Comprobada la viabilidad técnica del proyecto, la multinacional energética ha iniciado los trámites administrativos correspondientes para obtener los correspondientes permisos que deberán otorgar tanto el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente como la Generalidad de Cataluña y los municipios del área. Este proceso, que puede tener una duración de hasta dos años, deberá determinar la viabilidad medioambiental, urbanística e industrial del proyecto necesariamente previa al inicio de su construcción.