La banca exige que el rescate se destine a los grupos que asuman entidades inviables

21/06/2012

Miguel Ángel Valero. Rechaza nuevas exigencias de provisiones tras haber saneado contra resultados 110.283 millones desde el inicio de la crisis y tras representar las provisiones el 55% del margen de explotación en el primer trimestre.

Horas antes de que el Ministerio de Economía y el Banco de España hicieran públicos los resultados de la investigación de Roland Berger y de Oliver Wyman sobre la situación real de la banca española, la patronal bancaria AEB trataba, en la presentación de los resultados del primer trimestre, de marcar el territorio. Primero, con un claro mensaje de apoyo a Rajoy: “no es un Gobierno de tecnócratas, tiene mayoría suficiente para impulsar y seguir profundizando en las reformas estructurales necesarias”, afirma Pedro Pablo Villasante, secretario general. Pero luego con una advertencia: “La forma de resolver un problema es centrarse en las entidades que lo tienen, no en imponer más exigencias a los que no lo han creado”.

Villasante recuerda que desde el año 2007, hasta marzo del ejercicio en curso, los saneamientos realizados por los bancos españoles contra sus resultados consolidados ascienden a 110.283 millones de euros, 34.818 millones más que el beneficio atribuido obtenido en ese período. Sobre activos totales medios, el nivel anual de saneamiento es dos veces superior al existente antes den la crisis. Y en las cuentas del primer trimestre, las provisiones se quedan con el 55% del margen de explotación de los bancos.

Este año el esfuerzo va a ser aún más intenso, “por el efecto reductor que sobre los resultados van a tener los elevados requerimientos de saneamiento” impuestos por las dos reformas financieras (febrero y mayo), a la espera de una hipotética tercera que surja del informe de las consultoras. “Se han establecido unas exigencias muy elevadas de dotaciones a las exposiciones de las entidades de crédito al sector inmobiliario, incluidas las clasificadas como riesgo normal, y claramente superiores a las requeridas por las NIC, que ponen en cuestión la adecuada provisión y clasificación contable de los balances de todas las entidades de crédito españolas, con independencia de su realidad concreta”, argumenta el secretario general de la AEB.

Esta situación puede hacer que bancos registren pérdidas este año (en el primer trimestre, beneficios de 2.693 millones, el 27,5% menos). Y eso que “desde que empezó la crisis hace cinco años, los beneficios de la banca española han sido decrecientes año a año, pero a lo largo de este difícil período se han mantenido los resultados positivos, y ello sin necesidad de recurrir a inyecciones de capital público”.

Y una nueva advertencia: “Los bancos españoles han optado por perseverar en la estrategia que empezaron a desplegar al principio de la crisis, y que gira en torno a su propósito de valerse por sus propios medios y no pedir ayudas”. Los bancos “van a desplegar todos los esfuerzos necesarios para cumplir con estos nuevos y extraordinarios requerimientos por sus propios medios, sin solicitar ayudas públicas”.

La estrategia de los bancos se basa en “obtener resultados recurrentes y predecibles” (el margen de intereses crece el 7,2% y el de explotación antes de dotaciones, el 2,8%, en el primer trimestre), un menor nivel de riesgo relativo en sus operaciones, mantener su capacidad competitiva mediante el “fortalecimiento del balance” (el capital básico se sitúa en el 10,34%,casi un punto más que en marzo de 2011), la preservación de la eficiencia (46,2%) y la diversificación geográfica de la actividad y de las fuentes de ingresos (el 60,9% del resultado del primer trimestre viene de las filiales bancarias en el extranjero y de las no bancarias).

Entidades inviables deben venderse

Para la patronal bancaria es evidente que “las entidades no viables deben ser compradas por competidores” y que las ayudas del crédito concedido a España para el sector financiero deben “destinarse a las entidades que rescaten a otras inviables, al que se queda con el problema y no al que lo ha creado”.

Villasante insiste en que esa es la postura de los bancos desde el comienzo de la crisis: “la necesidad de distinguir entre las entidades viables y las inviables, a las que hay que resolver cuanto antes mediante su absorción por parte de otras que con su mayor solvencia y mejor gestión puedan asegurar su futuro”. “Si no se hace así, se pondrá en duda el sistema financiero en su conjunto y se perjudicará a los bancos solventes y viables”, señala el secretario general de la AEB.

Y seguirá “la penalización regulatoria y de coste de la financiación para la banca sana, con el riesgo de retrasar el crecimiento del crédito y la recuperación económica”. “No pueden pagar justos por pecadores”, concluye Pedro Pablo Villasante, que recuerda que “el sistema bancario no es desde luego uno de los grandes problemas de la economía española”.

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