Euroamor

25/06/2012

diarioabierto.es.

A mí poco me importa si al final el Eurovegas se lleva a cabo o no. Poco me importa lo que pase si tengo tus rizos enredados en mis dedos, o el sonido de tu risa retumbando como eco en mis oídos.

No existen mejores juegos y con mejor recompensa, que los que se esconden entre tus pechos. O la diana de tu ombligo, que me obliga a apuntar siempre con la palma de mi mano sobre tu vientre, dibujando el contorno de tu cintura, sin marearme en cada curva.

No existen mejores premios que los de tu mirada, cuando te miro y enciendes la luz de mis ojos y suenan todas las alarmas de mi cuerpo, porque el mayor premio es la certeza de saber que te tengo a mi lado.

Es por ello, que el Eurovegas me importa poco. Si es que sí, o si es que no. Poco me importa si moverá dinero y gente en la ciudad, mientras que yo siga sin dejar de poder (o de querer) mover mis piernas para llegar a hasta tu cuerpo y no haga falta más dinero que aquel que solo sirve para comprar besos de tu boca.

Quiero decir que, poco me importa lo que pase. Porque yo el mundo lo vivo desde el borde de tu boca y el único vértigo que siento es si miro el escote de tus pechos. Eres la tragaperras de mi vida, no me robas monedas, me robas mi tiempo, porque mi tiempo siempre será tuyo.

No concibo esta vida cansada y dolida sin ti, sin los latidos de tu cuerpo. Porque mi sangre ya no es del color de la sangre si no tiene un poco de la tuya.

Eres la mezcla perfecta que combina la vida y el futuro, y es por ese motivo que poco me importa lo que pase si pasa a tu lado.

Me han dicho que esta semana se prevé una ola de calor.  Y a mí poco me importa. No existen más olas de calor que las que he vivido en la cama contigo, y jamás existirán sudores como los tuyos y los míos, cuando el mundo se consumía en nuestras sábanas.

Es por este motivo querido amor, que se puede caer el mundo, mientras siempre quede la esquinita de acera intacta, donde caminar contigo. O la esquinita intacta de cama, donde dormir a tu lado. O una esquinita de mundo, aunque sea una esquinita de ese Eurovegas que van a construir con insistencia. Me da igual. Solo necesito de una esquinita para vivir contigo y lo demás me sobra.

Así te quiero yo.

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