En un acto inaugural del curso de la Apie en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander deslucido por las ausencias (el ministro de Economía, Luis de Guindos, por la carta al Eurogrupo sobre el crédito a la banca, y los banqueros, por la toma de posesión mañana del gobernador del Banco de España, Luis María Linde), el consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, aprovechó la ocasión para reclamar “más Europa”, y para “seguir trabajando en una combinación adecuada entre reequilibrio presupuestario y estímulo al crecimiento”.

Pero también para exigir “una hoja de ruta y un calendario para avanzar hacia una unión fiscal, polìtica y bancaria que incluya un supervisor único para todo el sistema financiero, un Fondo de Garantía de Depósitos común y un mecanismo, también común, para reestructurar las entidades financieras”.

Para Cano, es la única manera de garantizar que todas las entidades financieras juegan con las mismas reglas en Europa. Esa exigencia de que “el campo de juego” sea el mismo para todos la trasladó también a España. Delante del secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, el consejero delegado del BBVA reclamó que todas las entidades financieras, incluidas las nacionalizadas, tengan las mismas reglas “para que se pueda competir”.

Además, reclama al Gobierno “seguir tomando medidas de estímulo al crecimiento que favorezcan la dinamización y la liberalización de sectores económicos, mejoren la competitividad, fomenten la innovación, faciliten el emprendimiento y eliminen las barreras burocráticas”.

Sin ayudas públicas

Cano apoyó la prueba de resistencia acordada por el Banco de España y Economía sobre la banca española, que refleja que el sector “está liderado por entidades sólidas”, que las necesidades adicionales son “manejables y limitadas”. Recuerda que el BBVA “no ha necesitado, y sigue sin necesitar, ayuda alguna”. Cree que la compra de Unnim se hubiera hecho también con la regulación posterior. Y destaca que la capacidad de generación orgánica de capital y la “fortaleza del margen neto” permiten al BBVA “hacer frente sin problemas a futuros saneamientos”.

El consejero delegado del BBVA sí lanzó algunas advertencias. Una, que el grupo “no contribuirá a crear entidades sistémicas”, rechazando la adquisición de Bankia. Dos, que no obstante, el banco estará “atento a oportunidades que puedan surgir” del proceso de reestructuración. Y tres, que las entidades que han tenido problemas lo han hecho por ignorar los principios, con la consecuencia de que “las malas prácticas de una parte minoritaria del sistema financiero nos acaba afectando a toidos”. “La crisis ha puesto de manifiesto la importancia de los principios, y sobre todo de que éstos estén profundamente arraigados en las entidades”, argumenta