El Banco Popular se ha dirigido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para que tome medidas contra los especuladores bajistas, y defiende que la prohibición temporal adoptada el año pasado ha contribuido a reducir los ataques especulativos en la Bolsa española. Roberto Higuera, vicepresidente del Popular, aprovecha su intervención en el curso de la Apie en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander (sustituyendo a su presidente, Ángel Ron, que ha asistido a la toma de posesión del gobernador del Banco de España, Luis María Linde), para insistir en que “no podemos permitir que los especuladores campen a sus anchas”.Higuera destaca que la especulación qua juega a que los valores bajen “es un negocio que no requiere inversión”, y donde el préstamo de acciones, necesario para esas apuestas, se paga a tipos del 10% y hasta del 14%. Considera que los especuladores se ceban con el Popular porque “representa como nadie la marca España”, al tratarse de un banco local, sin negocio internacional relevante, y con mucha contratación bursátil, lo que garantiza liquidez: “Los bajistas buscan valores así para poder salir con la mayor rapidez posible”.

Pero Higuera no sólo habla de los bajistas. Señala que el exceso de capacidad instalada y la baja rentabilidad estructural se concentran en varias entidades, básicamente algunas cajas, “no se trata de un problema generalizado”. Critica la inseguridad jurídica “ante múltiples cambios regulatorios” y que, tras cinco años de crisis financiera internacional, “continuamos en un entorno marcado por una profunda incertidumbre”.El vicepresidente del Banco Popular subraya que en España “contamos con un sector financiero menos apalancado” que otros países europeos: 76%, como Italia, frente al 97% de la banca francesa, el 219% del Reino Unido o el 87% de Alemania. Pero el nivel de endeudamiento de las empresas española, 134%, “es el más alto de los países occidentales”.

Higuera reconoce que el Popular ha analizado “algunas cajas” para su posible adquisición, pero que se ha encontrado con entidades que tienen el 60% de su cartera de crédito compuesta por hipotecas a familias “de bajo rendimiento”. Defiende el modelo del Popular que, tras la adquisición del Pastor, tiene un margen de intereses sobre total activo del 1,6%, frentye al 1,2% del resto de los bancos, y una eficiencia del 44%, cuando el peso de los gastos sobre los ingresos en la banca está en el 57%. Señala que la cuota de mercado del grupo ha crecido el 39% desde el inicio de la crisis: el 4,53% al 6,3%. Y resalta que el Popular tiene una cuota de mercado en préstamos ICO del 20%, 3,2 veces la natural por su tamaño.

En línea con lo manifestado en el mismo curso por el consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, Higuera pide una supervisión centralizada de toda la banca y un Fondo de Garantía de Depósitos europeo. Critica que “sólo la banca española se ha desnudado completamente” en las pruebas de resistencia, porque países como Francia, Italia o Alemania “han protegido a sus bancos”.

Advertencias

Higuera lanza varias advertencias. Una, que los requerimientos regulatorios “muy fuertes” no son compatibles con financiar la economía y el crecimiento. Dos, que “no se puede sobreprovisionar y recapitalizar al mismo tiempo” las entidades financieras. Tres, que las provisiones sobre carteras sanas de créditos a empresas, sobre todo pymes, va a reducir el crédito a éstas, “lo que amenaza la recuperación económica”. Cuatro, que la recapitalización o soluciona el problema de las entidades no viables: “Una entidad mala no se convierte en buena por tener mas capital”. Por lo que hay que “marcar una línea muy clara” entre las entidades “solventes y con resultados recurrentes” y la que no lo son.

El vicepresidente del Popular admite que  si el crecimiento de las provisiones impacta en los ingresos, habrá menos beneficios, lo que terminará afectando al dividendo. Rechaza las ayudas públicas, “porque somos una empresa privada y ni las necesitamos ni las queremos”.Y aplaude al Banco de España: “Es un estupendo regulador, duro, exigente, uno de los mejores del mundo, y está recibiendo críticas injustas”.