La operación convierte al banco de La Caixa en la primera entidad financiera del país, con unos activos de más de 342.000 millones de euros.

Isidre Fainé no ha dudado en defender hoy el rescate europeo al “creer firmemente que es un paso positivo para el sector financiero”. Aún reconociendo el desconocimiento de los detalles, el responsable de la primera entidad financiera del país ha valorado positivamente la opción que se ha dado “de recurrir a fondos públicos para evitar que las entidades más débiles deterioren la estabilidad financiera”, pudiendo así “retornar la confianza en el sistema”. En opinión de Fainé, que ha realizado estas valoraciones en su discurso como presidente de CaixaBank en la junta extraordinaria de accionistas, “si se hacen debidamente los deberes (el rescate) será también favorable para la economía y para los ciudadanos españoles”.

CaixaBank ha celebrado su segunda junta de accionistas, en este caso extraordinaria para aprobar la fusión por absorción de Banca Cívica, operación que convierte al banco de La Caixa en la primera entidad financiera del país, con unos activos de más de 342.000 millones de euros. En la junta, que se ha vuelto a celebrar en L’Hospitalet, en el recinto de Gran Vía de Fira de Barcelona, se ha sometido también a aprobación la ampliación de capital que permitirá cubrir el canje de acciones para llevar a cabo la integración, con la emisión de hasta 310,7 millones de títulos a un valor nominal de un euro.

La fusión de CaixaBank y Banca Cívica fue aprobada el pasado mes de abril por los consejos de administración de ambas entidades y el 22 de mayo por la asamblea general de La Caixa, el máximo órgano de gobierno del grupo. La operación ha sido ahora ratificada por los accionistas del banco, que paga 977 millones por Cívica, entidad que ha sido fruto de la fusión de Caja Navarra, Caja Burgos, Cajasol y Caja Canarias. La integración en CaixaBank de Banca Cívica se llevará a cabo sin ningún tipo de ayudas públicas.

Esta fusión por absorción sitúa a CaixaBank como la primera entidad financiera del país, tanto por activos (342.000 millones), como por depósitos (179.000 millones) y créditos (231.000 millones). La entidad que preside Isidre Fainé ofreció un canje de cinco acciones propias por ocho de Banca Cívica, lo que supone valorar cada título de la entidad adquirida en 1,97 euros.

El presidente de CaixaBank ha señalado en su intervención ante la junta de accionistas que la absorción de Banca Cívica representa un “paso decisivo” en el proyecto de La Caixa, ya que comporta la “creación de la entidad líder del sistema financiero en España que contribuirá al desarrollo económico del país”. Con esta operación, ha señalado Fainé, “CaixaBank reafirma sus valores de liderazgo, confianza y compromiso social, pilares fundamentales para marcar la diferencia en el sistema financiero español”.

Por su parte, el consejero delegado de CaixaBank, Juan María Nin, ha subrayado que la fusión con Banca Cívica supone una anticipación a los planes de la entidad, ya que “nos da una buena plataforma para, de manera inorgánica, crecer y desarrollar nuestro proyecto y anticipar una parte de lo sitos marcados en nuestro plan estratégico 2011-2014”. Por lo tanto, para Nin “la operación es comercialmente atractiva por la complementariedad geográfica y de negocios en las áreas de influencia actual de Banca Cívica”.

La operación con Banca Cívica conforma la entidad líder del mercado español, con más de 13 millones de clientes, con unos activos de 342.000 millones de euros, de los que 231.000 millones son créditos. Los recursos totales de clientes se elevan hasta los 305.000 millones, de los que 179.000 son depósitos. Fainé subrayó que la operación “además de un buen encaje estratégico, es muy positiva para el accionista desde el punto de vista financiero”, porque “el beneficio por acción aumentará más de un 20% a partir de 2014, la rentabilidad sobre el capital invertido será superior al 20% y se producen ahorros en costes de 540 millones de euros anuales”.

La integración de Banca Cívica no requerirá por parte de CaixaBank de ayudas públicas ni tendrá ningún coste para el resto del sector financiero. Fainé ha añadido que esta operación “crea valor para todos los grupos de interés. Sobre las acciones participadas, estudiaremos las empresas que proceden de la fusión con Banca Cívica, y poco a poco nos iremos deshaciendo de posiciones, porque parece que no encajará. Las participaciones se distribuyen entre la ferroviaria CAF, Campofrío, Fluidra, entre otras.

La junta de accionistas aprobó los nombramientos como consejeros de CaixaBank de los copresidentes de Banca Cívica, Enrique Goñi y Antonio Pulido, a pesar de la oposición manifestada en sus intervenciones de los sindicatos UGT y CC.OO. También forma parte del nuevo consejo de administración, integrado por 19 miembros, de los consejeros dominicales Eva Aurín, María Teresa Bassons y Javier Ibarz.

La junta también ha ratificado la moficación de la emisión de obligaciones subordinadas necesariamente convertibles, que procedían del canje de las participación preferentes, para flexibilizar su conversión –optativa cada seis meses hasta el 30 de diciembre de 2015- y aumentar la remuneración, que se incrementa del 6,5% al 7% nominal anual.

Sobre las preferentes, Fainé no da por finalizado el asunto, porque “queremos solucionar uno por uno los casos, no se puede simplificar planteamientos”. El presidente de CaixaBank insistió en que hay soluciones para todos los casos e invitó a los afectados a que se dirijan a la organización, que “está volcada para que nadie salga perjudicado”.  Respecto a la creación del banco, Fainé argumentó que “si no existiera CaixaBank no existiría La Caixa”, ya que “ésta era la única manera de dar continuidad al proyecto de La Caixa”.

Por otro lado, CaixaBank ya anunció su intención de mantener el dividendo de 0,231 euros por acción para el año 2012. Asimismo, CaixaBank mantendrá su política trimestral de remuneración al accionista combinando el pag de dividendos en efectivo con el sistema del programa dividendo/acción. Un programa que tuvo una gran acogida en la última de las remuneraciones según este modelo, en setiembre de 2011, ya que el 94,72% de los accionistas eligió recibir el dividendo en acciones.