Por fin se desvela el valor del grupo Bankia. La última tasación ha confirmado que no vale nada ya que su agujero es de -13.635 millones de euros. Es el paso previo a su nacionalización y ha sido presentada al consejo de la entidad. La tasación pone de manifiesto que el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz del grupo, tendrá que ser nacionalizado al 100% e indirectamente el 45% de Bankia. El resultado ha sido la dimisión en bloque de todo el consejo de BFA.

Con todo este movimiento, las siete cajas de ahorros fundadoras de BFA (Caja Madrid, Bancaja, Caja de anarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja) se quedan sin patrimonio en el banco, lo que traducido significa que no obtendrán beneficios futuros para dedicar a su obra social. Para la constitución de BFA las siete entidades habían aportado su negocio financiero -con excepción de los activos de la obra social-, por lo que ahora han perdido ese negocio.

Esta valoración es anterior a la inyección de 4.465 millones que el Frob había dado al grupo, así como también anterior a los 19.000 millones solicitados por su nuevo presidente, José Ignacio Gorigolzarri para capitalizar la entidad. Y ahora se confirma que la nacionalización de BFA será completa dado que las participaciones preferentes dadas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) tenían compo paso previo el contar con una valoración exacta para convertir dichas participaciones en acciones.

No es el primer caso del sistema financiero español. Los antecendentes de lo que ha ocurrido ahora con Bankia se encuentran también en Unnim, que tuvo una valoración «cero» y ha sido nacionalizada al 100%. Mientras, las otras entidades intervenidas (CatalunyaCaixa y Novacaixagalicia) han podido conservar participaciones minoritarias gracias a las que continúan con su actividad. Y pese a todo, estas dos últimas entidades intervenidas vuelven a necesitar dinero público, con lo que nadie descarta que su nacionalización sea total.

Al cierre de 2011, BFA estaba en quiebra técnica ante sus fondos propios propios y patrimonio negativo de 4.489 millones como valoración contable. La valoración económica que ahora se ha conocido de esta última tasación confirma que también hay un agujero pendiente.

Con todas estas cifras, los consejeros de BFA han dimitido en bloque, antes de ser destituidos. Entre dichos consejeros, tras el dimitido Rodrigo Rato, aún se encontraban José Manuel Fernández Norniella, Ángel Acebes, Mercees de la Merced, José Manuel Serra Peris, Agustín González y Ricardo Romero de Tejada, entre otros.