Pescado con rebozado de champis

29/06/2012

Patricio Sesma Granell, restaurador. Mis queridos Merkel, Hollande, Cameron y Rajoy, ya sé que en estos momentos estáis muy ocupados, no hay más que poner la tele para veros en plena faena.

Mis queridos Merkel, Hollande, Cameron y Rajoy, ya sé que en estos momentos estáis muy ocupados, no hay más que poner la tele para veros en plena faena.

Los que no saltáis en los campos de fútbol apoyando a vuestros equipos, por cierto, le veo un buen estilo saltarín a Merkel, veis los partidos en los pubs y entre pinta y pinta se os olvida que a las hijas hay que llevarlas a casa.

Y el pobre Hollande, apagando incendios en su casa, que buena se la han liado sus mujeres. ¡Pero cómo se te ocurre, hombre de dios! Si los hombres no podemos con una, ¿cómo vamos a poder con dos? Eres el claro ejemplo de lo que pasa, si no podéis con una sola Europa, ¡cómo vais a poder con 27!

Y a todo esto, después de relajarse al lado de nuestro Felipe y nuestra Leti, por fin nuestro presidente ha decido pedir un rescate para la banca. Si sólo es para la banca, ¿debo suponer que para el país no hace falta?

Bien, eso me tranquiliza; hoy saldré a la calle y veré a todos muy bien, muy contentos, dando saltos, gritando vivas a España, que somos los mejores… Aunque, Mariano y Rubalcaba, ¿no os parece extraño que el país esté tan contento? Ya caigo, una vez más os habéis ido de la realidad mundana y no os habéis dado cuenta de que la gente esta contenta por el fútbol y no por la economía.

Bueno, a lo que iba queridos amiguetes, os cuento.

He decidido juntaros para daros una pequeña lección de gastronomía y enseñaros a cocinar un plato sencillito.

Quiero que pasemos un rato divertido, ameno, sin tensiones especulativas, sin dientes de sierra en las bolsas, sin hundimiento de los mercados de capitales, sin que os tiréis los trastos a la cabeza, y sobre todo, que nos hace muchísima falta, que nos divirtamos un rato, que eso relaja mucho y ayuda a la de riesgo a estar tranquila.

Por cierto, el otro día vi un titular en un periódico de este país que decía: ”Se relaja la prima de RIEGO”. Raudo y veloz devoré el artículo pensando que llegaba la tercera república y ¡¡¡OH, LÁSTIMA!!!, ni Riego, por muy asturiano que fuera, ni la relajada de su prima evitan la marcha de los mineros, ni arreglan la minería, y ni mucho menos consiguen cambiar el Himno de España para que se pueda cantar, así que debía de haber algún fallo en la noticia.

Veamos, Merkel, tú vas a traer unos kartoffel, patatas para el resto de los mortales, y los que sabemos un poco de esto, te recordamos que nosotros los españolitos de a pie las vimos primero.

Señor Cameron, usted nos trae unas tiras de pescado, me da igual cuales, aunque preferiría merluza de esa que no nos dejáis pescar en vuestros caladeros ya que las licencias os las repartís con vuestros vecinos; eso sí, que sean como con las que hacéis los Fish & chips. Te recuerdo que sabéis hacerlos gracias a que en el siglo XVI y XVII os los llevaron a Inglaterra los marinos españoles y portugueses; ellos los freían con aceite y vosotros con manteca, y claro, así os salen de pringosos.

Hollande, si ya has conseguido poner orden entre tu ex y tu señora, y esperando que esta última te deje venir, aunque veo que manda más que un sargento, me traes de tus maravillosas granjas, sí, de esas que han recibido muchas más ayudas de Europa que las nuestras, huevos, harina, un poquito de trufa, y también unos champiñones.

¿Y qué nos queda? Pues lo mejor de lo mejor para la cocina, el aceite, así que Mariano me traes un buen aceite de oliva y, ya que es eres un buen gallego, un albariño o, mejor dicho, una caja. Un palet me parece excesivo, aunque tú verás.

El perejil, el orégano, la cebolla y el ajo los pondré yo, para esto me ha parecido exagerado invitar al italiano, además esta muy entretenido pensando en cómo despistar a la Merkel para que no le ataque.

Y con todo esto vamos a hacer un plato sencillo a la par que elegante.

Pescado rebozado con cahmpiñones y puré trufado

En una sartén sofreímos con abundante aceite los champiñones, el perejil, la cebolla y el ajo bien picaditos, un buen copazo de albariño, como si celebrásemos que hemos vuelto a ganar la Eurocopa; añadimos la harina poco a poco sin dejar de remover y ponemos un poco de orégano.

Metemos el dedo meñique en la masa que estamos haciendo, lo chupamos y comprobamos cuánto salamos. Una vez que hemos salado, repetimos la prueba del meñique hasta que esté a nuestro gusto.

Para que no tengamos un conflicto por culpa de la sal, ya que la Merkel dirá que la mejor sal del mundo es la de las minas de sal de Berchtesgaden, la llamada sal Bad Reichenhall, aunque yo creo que es mucho más agradable la visita a las minas y lanzarte por el tobogán que hay hasta llegar a donde está la sal, que el sabor de su sal.

Cameron dirá que la mejor del mundo es la sal Maldon obtenida con métodos tradicionales del estuario del río Blackwater, en el municipio de Maldon, en el condado de Essex; pues bien amigo mío, o te destrozas los dedos para romper los cristales o para cocinar no vale. Eso sí, para las chuletas es genial.

Hollande no se quedara atrás y, con su refinamiento francés, nos dirá que la mejor del mundo es la sal de Guérande, que resulta que es sal marina sin refinar. Y además, por mucho que insista en que es la sal más antigua del mundo, que ya se usaba en la Edad de hierro, le tendré que decir que sólo vale para hacer mantequilla salada ya que es fortísima y no muy facil de diluir, vamos que si se la ponemos a una ensalada nos chirriaran los dientes.

Así que, Mariano, les dices a estos listos que la sal va a ser de Cabezón de la sal y les cuentas que es un pueblo cántabro, precioso, con unas minas de sal maravillosas, y que cabezón era una medida de sal en los tiempos de los romanos, y que no hay más tu tía.

Además quedas como dios, porque Rubalcaba es de ahí al lado y le tendrás contento.

Véndeme bien la marca España, no te olvides.

Cuando ya esté todo bien sofrito, ponemos la masa en un bol sin escurrir y le añadimos los huevos, le damos un golpe de batidora, y procuramos que se quede la pasta con la textura de la masa de croquetas.

Por otro lado hemos pelado y cortado las patatas para hacerlas fritas.

Una vez cortadas y lavadas, las ponemos en un bol, las salamos y espolvoreamos abundante ralladura de trufa moviendo bien las patatas (aquí usamos toda la mano no sólo el dedo pequeño) y freímos.

Rebozamos las tiras o tacos de pescado con nuestra masa y las freímos en ese aceitito tan rico que nos ha traído Rajoy y en el cual hemos frito las patatas.

Ponemos los chips que dicen los ingleses, frites que dicen los franceses, pommes que les llaman los originales alemanes o papas fritas que dicen por el sur, como fondo del plato y el pescado rebozado encima.

Servimos y lo acompañamos que el vinito gallego.

¡¡¡ BUEN PROVECHO!!!

Patricio Sesma Granell es Director del Restaurante Bokado de Madrid

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