No es habitual citar en un foro público a un competidor. Pero el director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (Ceca) lo ha hecho sin problemas en el curso de la Apie en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander. Citó al presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, y sus palabras en el mismo escenario un día antes respecto a que “sin arreglar la situación económica y la crisis de la deuda soberana, no habrá saneamiento suficiente”. Méndez destaca que su rival “ha dicho en público lo que muchos directivos del sector piensan en privado”.

La caída en la concesión de créditos (3,3% en el primer trimestre) y en la captación de depósitos (6,6%) “se está acelerando”, advierte el director general de la Ceca. El crédito baja por el proceso de desendeudamiento, pero también porque las empresas están buscando “otros mecanismos de financiación, al margen de la banca minorista”. En el caso de los depósitos, hay un debilitamiento del ahorro familiar pero también una creciente competencia de la deuda pública, que ofrece tipos del 7%, con los que la banca no puede competir.ç

Además, el paro dispara la morosidad y hay una presión sobre la rentabilidad por mayores pérdidas por deterioro de activos. Pronóstico: “El grueso del sector financiero español acabará 2012 prácticamente sin beneficios”.

El director general de la Ceca aprovecha para criticar “la rigurosa agenda regulatoria” y que “se regula sobre lo ya regulado”, lo que “hace difícil su seguimiento incluso a los que profesionalmente nos dedicamos a ello”. Apoya una supervisión europea de entidades sistémicas, un Fondo de Garantía de Depósitos y un marco de resolución de crisis de entidades financieras únicos parta Europa. Pero alerta del impacto que tendrá el tratamiento de las participaciones, especialmente en las cajas, y de las medidas de liquidez, que afectan a la banca minorista. También reclama una armonización en Europa de los activos ponderados por riesgo, que son los que deciden el capital necesario en las entidades financieras.

Méndez aplaude dos recomendaciones del Fondo Monetario Internacional: que se clarifiquen las competencias de las Comunidades Autónomas en las fundaciones de carácter especial (en lo que se tienen que convertir las cajas cuando no controlan sus bancos instrumentales) y la posición de las cajas como accionistas de sus bancos.

Fidelidad de los clientes

El director general de la Ceca destaca que el tamaño medio de las cajas se ha multiplicado por cuatro (de 29.440 millones de euros en 2010 a 104.028 millones en 2011), y que de 45 entidades se ha pasado a una docena, con el 18% menos de sucursales y el 15,7% de reducción de la plantilla.

Pero esa reestructuración no ha perjudicado al liderazgo de las cajas en créditos (48,7% cuando en 2011 era el 49,28%) y en depósitos (del 52,07% al 50,81%). En el mismo período, los bancos han pasado del 45,17% al 46,04% en créditos y del 41,17% al 42,23% en depósitos. Pero Méndez advierte del riesgo de “oligopolio” en el sistema financiero español.

“La reestructuración se ha hecho sin perjudicar la calidad del servicio, y se corrobora la fidelidad de los clientes a las cajas”, argumenta Méndez. “En la coyuntura más complicada para las cajas en sus 200 años de historia, queda claro que hay que volver a los orígenes, a la banca minorista de particulares, autónomos y pymes, con vinculación al territorio y con la Obra Social”, señala.

El director general de la Ceca reconoce que las dotaciones a la Obra Social se van a reducir por la caída de los beneficios, que las cajas deberán buscar nuevas fuentes de ingresos y explorar mecanismos de cooperación entre las diferentes obras sociales, para no depender sólo de los dividendos de sus bancos instrumentales.

El banco de la Ceca

La Ceca está en proceso de creación de un banco instrumental para dar servicio a las cajas y a sus bancos, especialmente en custodia de valores, fondos de inversión y de pensiones; tesorería; medios y servicios de pago; y asistencia y consultoría. Méndez confirma que se potenciará la venta de productos y servicios a otras entidades, como bancos, aunque sean competidores, y que esos ingresos pueden reducir la cuota que las cajas tienen que pagar a la Ceca.