Benicasim y sus cinco playas

29/06/2012

diarioabierto.es. Benicasim ofrece casi 7 kilómetros de playas de fina arena, con espigones que las protegen consiguiendo así sus prestigiosas banderas azules. La perla de la Costa Azahar está emplazada en la transición entre el Desierto de Las Palmas y la Plana de Castellón.

Su costa se divide en cinco playas de arenas finas, bastante anchas y tranquilas. En el norte limitando con Oropesa del Mar, encontramos la playa de Voramar es un remanso tranquilo desde el que se aprecian unas vistas preciosas de las villas de finales del siglo XIX y principios del XX, como la ajardinada Villa Elisa, cuando un selecto grupo de familias castellonenses y valencianas construyen en esta virginal bahía lo que se conoce como el «Biarritz valenciano», un conjunto de villas de gran diversidad y riqueza arquitectónicas.

Hoy en día, la famosa Ruta de las Villas se divide en dos itinerarios, según la corriente artística predominante en el momento de construcción y el carácter de los residentes originarios: la ruta del «Infierno» por las escandalosas fiestas que se celebraban en las villas de esa zona, mientras que la ruta de la «Corte Celestial» se distinguía por la tranquilidad de sus calles. Ambas zonas quedan separadas por los jardines de Comín, conocidos popularmente como «el Limbo». Se registran 51 villas catalogadas, de las cuales 19 están señalizadas, como la Villa con Torre, Villa Fabra, Carpi, Amparo, Socorrito, Rafaela o Pons entre otras.

La de Almadrava conserva el nombre de este artilugio de pesca que se instalaba antiguamente en ella, flanqueada por un paseo marítimo exclusivamente peatonal proporciona una sensación de tranquilidad y sosiego.

Hacia el sur nos encontramos la Torre de Sant Vicent, vigía que preside y da nombre a la siguiente playa, una de las más concurridas durante el periodo estival y durante todo el año. En ella se dan cita multitud de eventos durante toda la temporada, como el Festival de Habaneras o la Noche de San Juan, así como cine en la playa. En el siglo XVI se construyó por decisión de las Cortes de Monzón esta torre de planta cuadrada, de mampostería aconcertada y angulares de sillar, que constituía una de las dieciocho torretas de vigilancia de la costa de Castellón.

Más hacia el sur avistamos velas, es la playa de Els Terrers donde descansan los mástiles de la Escuela de Vela de la Generalitat Valenciana en la que se imparten cursillos para todos aquellos se quieran iniciar en el placer de la navegación. Fue regenerada en el año 2006 recorrida en toda su longitud por pasarelas de madera ideales para dar largos paseos al borde de mar.

La más meridional de sus arenas es la playa Heliópolis todo un ejemplo notable del crecimiento urbanístico que tuvo lugar en la década de los 60. Recorrida por un extenso paseo marítimo con carril bici que va hasta Castellón en el que el paseante además de disfrutar de la compañía del mar puede utilizar los servicios de la Biblioteca del Mar. Dispone además de un carril bicicleta que comunica Benicasim con Castellón y que permite ocio y deporte siempre al lado del mar. Zona de embarcaciones y alquiler de tablas de surf.

Lugar de retiro

A sólo dos kilómetros del centro histórico, Benicasim también ofrece rutas muy interesantes en el Desierto de las Palmas. Aunque su nombre evoca arenas infinitas, es paradójico que sea un vergel que integra 3200 hectáreas protegidas y es que la Orden de los Carmelitas le llamaron así porque en lenguaje monacal significa «lugar de retiro». Se pueden contemplar el alicantino pico del Montgó o la reserva marina de las Islas Columbretes. El color viene de la mano de la micro reserva floral de las Agujas de Santa Águeda (540 metros) con cromatismos impresionantes, regados por numerosos manantiales como la Font Tallada, la del Senyor, la de la Teula o la del Roc que alimentan la riqueza natural de este paraje.

A escasos metros de mar podrá gozar de las maravillosas panorámicas que muestran sus dos picos, la mola del Morico (694 metros) y el Bartolo (729 metros) de la costa y de los otros tres parques naturales: el Prat de Cabanes-Torreblanca, la sierra de Espadán y la sierra de Irta.

El Centro de Interpretación «La Bartola»,proporciona la información sobre flora, fauna y rutas, un centro de recuperación de tortugas y múltiples posibilidades para el ocio: visitas culturales, equitación, rutas de bicicleta, etc. Nueve recorridos para todos los gustos y niveles, en los que adentrándose en el bosque mediterráneo y áreas de gran riqueza ecológica podremos apreciar ermitas, ruinas árabes, manantiales y hasta un castillo de la reconquista.

El Nuevo Monasterio de los Padres Carmelitas tiene un riquísimo Museo de Arte Sacro, que edificaron a 500 metros del original devastado por las lluvias torrenciales en 1783 dejando unas ruinas que confeccionan una poética imagen de serenidad. Y el castillo de Montornés, que es una fortaleza de origen árabe del siglo X construida sobre restos de origen romano sobre una escarpada cima del desierto y sitiado y tomado en el XIII por Jaime I el Conquistador.

La nueva ruta cicloturística y paisajística es una de las más impactantes de la Comunidad Valenciana, tanto por las áreas de descanso y por los paneles informativos con los que cuenta, como por el paisaje que se puede contemplar desde los diferentes puntos. Benicàssim dispone de cerca de 15 km de carril adecuado al uso del ciclista y cuenta con cuatro áreas de descanso.

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