Bien podría servir el título del relato de Chandler para la novela de David Peace, puro noir con extra de angostura amarga, o tal vez habría que valerse del plural y titular Asesinos bajo la lluvia. Porque 1974 nos habla de una pluralidad siniestra de asesinos, de un stablishment criminal, de una sociedad putrefacta donde (como bien sabemos de Hammet para acá) el poli nunca es el bueno. Y el mundo es un lugar lluvioso y desapacible del que no hay forma de escapar.

Estamos en West Yorkshire, invierno del 74, y nuestro héroe protagonista pelea la gloria de firmar para un tabloide local el suceso sangriento de la temporada: secuestro, tortura y asesinato de una niña. He aquí al joven periodista para el cual el sufrimiento ajeno es irrelevante, y he aquí su entorno: el paisaje gris, el humo del tabaco colmando salas repletas de gacetilleros, el whisky de primera hora de la mañana, los arrabales a los que acudir en busca de un informante y el progresivo descenso a círculos concéntricos de un infierno donde la lluvia no cesa.

Estamos en Poisonville, en Los Angeles de James Ellroy, en el territorio oscuro de tantos buenos policíacos, y David Peace nos desasosiega dibujándonos una pesadilla sin límites donde el mal impera porque el mal es el Sistema, porque los débiles y los pobres son siempre sometidos a los designios de los poderosos.

1974 es un delirio en negro a lo David Lynch, escrito con escalpelo, lírico en su descarnada violencia. Pero esperemos para decidirnos sobre el talento de Peace a que se publique aquí el resto de las novelas de la serie a la que pertenece esta obra (1975, 1976, 1977). Cierto es que este libro nos ha abierto el apetito. Pero, a veces, el exceso se desmanda y uno duda si al autor no se le ha ido la mano y si más allá de la repulsión que nos provoca lo narrado no se esconde cierto vacío. Concluida una primera lectura, la zozobra no se disipa. Pero veremos. La serie de Yorkshire completa nos dará la respuesta adecuada. Esta novela puede ser el principio de una gran amistad con los lectores de género negro o tan solo una atractiva impostura.

Seguiremos informando.