Jesús del Pozo, como firma comercial nacía en 1974, con su fallecimiento hace  un año, los nuevos propietarios han decidido quedarse sólo con el apellido y cambiarle la tipografía y el envoltorio. Parten del tipo de letra llamado en tipografía; “Didot” de origen clásico. El logotipo se ha perfilado a mano hasta crear una seña de identidad única y personal. El corte distintivo de la última “o” dicen que es un guiño para la mujer con la que se establece una complicidad especial.

Estos cambios no afectan a la Fundación Jesús del Pozo, creada por el diseñador en 2004 para divulgar y promover el aprendizaje práctico de los estudiantes dentro del sector, que conservará su nombre original.

En estos cambios seguramente ha tenido mucho que ver y que opinar su  director creativo, el catalán Josep Font; “Me parece esencial la idea de establecer esa compli­cidad con la mujer a través de todos los elementos que rodean la marca. Es, realmente, interesante introducir todo este nuevo lenguaje visual. Estamos trabajando para tenerla, totalmente, desarro­llada para la presentación de la próxima colección Primavera Verano 2013”.

El presidente del Grupo Perfumes y Diseño, Pedro Trolez, como responsable de la marca, tiene varios motivos para el cambio: “presentamos una de las claves del relanzamiento de la firma como marca internacional. Fue una decisión arriesgada porque la antigua imagen funcionó en su momento, pero también, éramos conscientes de que necesitábamos una identidad  acorde con esta nueva etapa”.