Está claro que unos niños pequeños, solos, no pueden llegar muy lejos. Que dos niños pequeños captan la atención de cualquier persona, si se les ve ir solos, de la mano, por algún lugar.

Esto quiere decir, que cuando los niños desaparecen, no ha sido porque sí. Han habido unas manos, segundas personas, que les han cogido y les han llevado a otro lugar. Los niños, como niños que son, se les puede comprar, a su edad se van a creer cualquier cosa que se les diga, pueden ser engañados fácilmente y vivir para siempre con esa mentira.

En este caso me quiero centrar en los niños llamados Ruth y Jose que desaparecieron en Córdoba el año pasado. Los niños estaban con su padre, o eso asegura la madre, y desaparecieron sin más, según indicaciones del padre. Y yo me pregunto: ¿qué lleva a un padre a perder de vista a sus pequeños hasta perderlos?. Pero también me pregunto, tras abordar la noticia y leer opiniones: ¿qué lleva a un padre a participar en la desaparición, a ocultar a sus hijos… a secuestrar a sus propios hijos?.

Para la primera cuestión puedo interpretar que un pequeño despiste, o confiarse demasiado en los pequeños, pensando: no les puede pasar nada, pudo llevar a este padre a tener la mala fortuna de que “alguien” una persona ajena, cogiese a los pequeños y se los llevase. En este caso sería un secuestro por un despiste del padre y éste sería víctima y no tendría porqué estar a día de hoy en la cárcel. Pero al padre, por lo que he podido informarme, tiene acusaciones firmes, y puede ser él mismo el culpable de la desaparición e incluso de la muerte de los pequeños. Siendo así, igualmente ¿qué lleva a un padre a hacer esto? ¿de qué o quienes pretende apartar a los niños?.

Para la segunda cuestión, puedo pensar que ese padre es el culpable de la desaparición de los niños. Pero tienen que existir más personas cómplices, que tengan retenidos a los niños. Aunque cabe la posibilidad de que este padre haya matado a sus hijos, aunque algun familiar afirma que Jose Bretón, como así se llama el padre, sería incapaz de matar a sus hijos.

Yo realmente creo, que en esta historia hay más cosas que se escapan, mas factores y más personas involucradas. No creo que el padre sin más, haya lanzado el cuerpo de sus hijos a un río, ni que los haya matado a sangre fría. Pero… siempre nos queda ese margen de duda dentro de este pensamiento, porque realmente hay gente que no está bien de la cabeza y que sí es capaz de matar de esa manera. La madre de los niños insiste en que hablen con José Bretón, que él sabe más cosas, que él sabe dónde están los niños. Imagino que a quien corresponda, tendrá que realizar esta tarea de conversaciones con el padre para tratar de averiguar dónde están las criaturas. Pero opino que también se debería de tratar de hablar con la madre, y preguntarle por su insistencia en que pregunten al padre, por los niños. Ya que desconocemos las conversaciones que padre y madre hayan podido tener, sus trifulcas y todo lo que mueve los hilos que han podido llevar al padre a no querer que esa madre siga disfrutando de sus hijos.

Cabe pensar que este hombre nunca hable. Que estos niños nunca aparezcan. Siendo así, tal vez la historia jamás se aclare. Puede que la historia quede sin resolver, porque a veces se nos escapa lo más sencillo y no hallamos respuestas.

Ojala esta historia tuviese un final feliz. Pero son ya demasiados días con los niños desaparecidos y cabe esperar lo peor. A no ser que el padre tenga algo que ocultar, y confiese que tiene a los niños ocultos en algún lugar, al recaudo de alguien, y que ese alguien en algún momento traiga a esos niños hasta su madre, o los lleve hasta la policía y se resuelva esta historia.

Sea lo que sea, pase lo que pase, me siguen impresionando las historias de estos niños desaparecidos. Me sigue pareciendo injusto, porque creo que siempre existe esa segunda persona que roba a los pequeños para hacerles daño o simplemente para retenerlos en algún lugar. Gente enferma, o que simplemente nada les importa.

Y mientras, en este caso, Ruth y Jose, siguen en paradero desconocido, Córdoba y parte de España se moviliza para encontrarles, mientras que en alguna parte existe “alguien” que conoce toda la verdad, puede ser el padre, puede ser incluso la madre… pronto lo sabremos. O tal vez no. Pero quien paga las consecuencias de los actos de las personas que obran mal, son niños inocentes y con toda la vida por delante.