De «portazo» o de «dejar con un palmo en las narices» o «plantado» al Gobierno se podría calificar la situación producida en la tarde del miércoles en la sede de la Dirección General de la Función Pública donde el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, pretendía explicar a los sindicatos de funcionarios las medidas que aprobará el Consejo de Ministros del viernes sobre los empleados Públicos y que por la mañana adelantó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Poco después del comienzo de la reunión, los representantes de CC.OO., UGT, CSIF, ELA y CIG se levantarón de la mesa de reuniones y ante decenas de funcionarios que han llegado a entrar en el edificio de Hacienda, calificaron de «farsa» la reunión, «ya que el Gobierno venía a anunciarnos medidas ya aprobadas», dijeron. Los representantes sindicales anunciaron además la convocatoria de concentraciones en las puertas de los centros públicos para este viernes.

Esta actitud de enfado de los sindicatos de funcionarios se producía poco después después de que en dos puntos de Madrid se produjeran concentraciones espontáneas de empleados públicos contra las medidas del Gobierno.

Trabajadores de la Audiencia ante la sede del PP

Una de ellas tuvo lugar frente a la sede del PP en la calle Génova de Madrid y fue protagonizada por funcionarios de la Audiencia Nacional, organismo que se encuentra prácticamente enfrente.

Primero, decenas de secretarios judiciales de los Juzgados centrales de Instrucción del órgano judicial se situaron en uno de los pasos de cebra con semáforo que cruzan la vía pararon la circulación al grito de «queremos turrón y polvorones».

En una concentración que calificaron de «manifestación espontánea», los funcionarios expresaron sus quejas por la pérdida de una de sus pagas extras, la de Navidad, y la reduccón de los días llamados “moscosos”.

Después de cortar el tráfico durante unos minutos, los funcionarios se acercaron a la puerta de la sede del PP donde gritaron frases como «No a los recortes» o «Manos arriba, esto es un atraco».

Doscientas personas ante el Congreso

La otra concentración tuvo lugar ante la puerta del Congreso donde unas doscientas personas, la mayoría funcionarios, se acercaron de forma espontánea para protestar por los ajustes.

Nada más producirse la concentración comenzaron a llegar más de una docena de furgones del Cuerpo Nacional de Policía con agentes antidisturbios así como una decena de agentes a caballo, para acordonar la Plaza de las Cortes y evitar que los manifestantes cruzaran la Carrera de San Jerónimo.

A la concentración se fueron uniendo personas que pasaban por la Carrera de San Jerónimo y a también se adhirieron los diputados de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA). Eso sí, los gritos de los manifestantes no discriminaban formaciones políticas: «Ladrones», «El próximo parado, que sea un diputado», «Ahí está la cueva de Alí Babá» (por el Congreso), fueron los gritos más coreados.

También se pudieron escuchar gritos famosos del movimiento del 15-M, como los ya clásicos «No nos representan» o «No hay pan para tanto chorizo», y otras consignas como «Rajoy dimisión», «Esto nos pasa por un Gobierno facha» y «Menos corrupción, más inspección», informa Ep.

Rajoy tuvo que salir por la puerta de atrás

Alrededor de cuarenta agentes de la Policía Nacional trataron de convencer a los participantes para que abandonaran las inmediaciones del Congreso. En esa situación  tanto el presidente del Gobierno como otros ministros de su Gabinete tuvieron que abandonar la sede parlamentaria por la puerta de atrás, en la calle Zorrilla, una salida poco habitual para las autoridades.

A su salida los informadores preguntaron al jefe del Ejecutivo si esperaba mucha respuesta en la calle ante los nuevos ajustes que va a llevar adelante su Gobierno. «Hasta luego», se limitó a responder Rajoy, despidiéndose.