Si el miércoles centenares de empleados públicos se concentraron espontáneamente frente a la sede del PP en la calle Génova y el Congreso de los Diputados, este jueves lo han hecho en la Castellana donde han cortado la circulación a la altura de los Nuevos Ministerios y otra vez ante el “cuartel general” de los populares y la sede de la Cámara Baja en la Carrera de San Jerónimo.

Todo ello antes de que el viernes se produzcan las concentraciones formalmente convocadas por los sindicatos que representan a los empleados públicos.

En la Castellana el corte de la circulación por la mañana ha durado unos diez minutos, mientras que ante la sede del PP han vuelto a ser los trabajadores de la cercanas Audiencia Nacional y Tribunales Superiores de Justicia los que se han concentrado.

Ante el Congreso de los Diputados se concentraron unas doscientas personas en una protesta que culminó con el lanzamiento de huevos contra la fachada.

La concentración ante la sede del PP se repitió por la tarde con un centenar de trabajadores públicos mientras que un grupo de personas que protestaba frente al Congreso zarandeó a unos coches.

En el resto de los sectores laborales el malestar no es menor. El secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, dijo que el “ajuste brutal” anunciado por el presidente del Gobierno debe tener una respuesta ciudadana en otoño.

En este sentido el secretario general de UGT Madrid, José Ricardo Martínez, que aunque en su organización no se ha hablado todavía de ello, su opinión personal es que las medidas del Gobierno «exigen la convocatoria de una huelga general».

Por su parte, el secretario general de CC.OO. de Madrid, Javier López, dijo este jueves que «hay muchas formas de reivindicar» y tras afirmar que serán los sindicatos, los que decidan cuándo se debe convocar una huelga general, el Gobierno debería primero convocar un referéndum sobre las medidas que prevé aprobar, ya que no estaban contempladas en su programa electoral.

Si no es así y el Gobierno no lo lleva a cabo, afirmó que los sindicatos convocarán una consulta popular como otras que ya se han hecho. «Este Gobierno es un gobierno de chulos provocadores. No se puede dejar de escuchar la voz de la calle», añadió.