Comfia, la agrupación de Banca y Servicios Financieros del sindicato Comisiones Obreras (CCOO), considera que las medidas incluidas en el borrador del Memorándum de Entendimiento para el Sector Financiero, que fijas las condiciones para el rescate de la banca española tras pactar el Gobierno con Bruselas un préstamo de hasta 100.000 millones de euros, “plantean serios problemas para la reactivación del crédito”. “Mantener indiscriminadamente las exigencias del 9% de capital TIER1 hasta 2014, por encima del 6% exigible al resto del sector financiero europeo, no hará sino seguir dificultando la circulación del crédito, lastrará la rentabilidad y cotización de las entidades españolas y perjudicará su competitividad en un entorno global”, argumenta.

Al mismo tiempo, el sindicato resalta que “la reestructuración impuesta repite el error de considerar a todas las entidades financieras españolas por igual, sin atender a la solvencia y resultados de cada una, convirtiendo el problema de una parte del sector en un problema de todo el sistema”. Por cierto, un argumento muy similar al utilizado por la patronal bancaria, la AEB, cuando se refiere al proceso de saneamiento del sistema financiero español.

“Es muy doloroso constatar, la pérdida de autonomía de las autoridades españolas también sobre las decisiones que afectan al sector financiero, tras la falta de credibilidad generada por la gestión de la crisis de Bankia”, señala el sindicato.

“Aunque pudieran ser positivas las medidas que refuerzan la autonomía del Banco de España frente a las competencias de Economía, no son ni más ni menos que la directa intervención del BCE sin que se haya constituido aún la Unión Bancaria, ni se haya garantizado que dicha institución actúe como la Reserva Federal que necesita la Unión Europea para que, entre otras materias, compre bonos de los países que tenemos problemas con la prima de riesgo”, insiste Comfia-CCOO.

La incertidumbre sobre la creación de bancos ‘malos’, en referencia a las futuras agencias de gestión de activos para que los bancos separen el ladrillo de su actividad financiera, “no sólo genera problemas de competencia sino también acerca del coste de la operación”. Para el sindicato es evidente que “este instrumento de saneamiento de balances no debería aumentar el coste del rescate».

Nula sensibilidad

Comfia-CCOO “constata con indignación la nula sensibilidad que se recoge con los inversores minoristas que han visto depreciados o indisponibles los ahorros que han invertido en participaciones preferentes o en acciones tras procesos de salida a Bolsa que se han constatado como totalmente inadecuados y sobre los que los tribunales han de determinar si no han sido directamente estafas”.

Y rechaza “la obligación de eliminar las cajas de ahorros como entidades de crédito, de derecho, y las cooperativas de crédito, de hecho, convirtiéndolas en bancos”, porque “no sólo provocará exclusión social, sino una operación de venta precipitada, minusvalorada e ineficiente, como ha quedado acreditado tras las salidas a Bolsa de Bankia y de Banca Cívica”.

El sindicato recuerda que “sigue sin haber mercado para estas ventas ni para otras operaciones, como pueden ser las desinversiones en participaciones industriales estratégicas, salvo que se quieran regalar”.

Por último, Comfia-CCOO niega la necesidad de seguir rebajando de manera sustancial el volumen de empleo en el sistema financiero español. “Tales afirmaciones lo único que provocan es miedo y ceban un conflicto social”, señalan en el sindicato. El sector financiero ha experimentado un ajuste de casi 30.000 empleos entre 2008 y 2011, “lo cual hace innecesario y contraproducente que sea la vía de la destrucción de empleo la medida preferente para racionalizar las entidades”, argumenta Comfia-CCOO.