El presidente y consejero delegado de Opel, Karl-Friedrich Stracke, ha abandonado sus cargos en el fabricante alemán de automóviles para desarrollar una labor especial dentro de General Motors, reportando directamente al presidente de la multinacional, Dan Akerson.

El vicepresidente de General Motors Steve Girsky, actual presidente del consejo de supervisión de Opel, actuará de forma interina como máximo responsable de las operaciones de la corporación norteamericana en Europa, hasta el nombramiento del sustituto de Stracke.

Stracke, de 56 años de edad, fue designado consejero delegado de Opel en marzo de 2011, y posteriormente asumió además el puesto de presidente de la compañía alemana. Según General Motors, ha liderado el esfuerzo para situar a Opel/Vauxhall en la senda de la rentabilidad sostenida en un contexto de crisis económica en Europa.

En este sentido, Akerson asegura que Stracke ha trabajado sin descanso, bajo una gran presión, para estabilizar el negocio de General Motors en Europa. El propio Stracke auguró en su despedida un brillante futuro para Opel/Vauxhall.

La filial europea de General Motors no consiguió su objetivo de recuperar la rentabilidad el pasado año. Opel tiene previsto implementar nuevas medidas para volver a la senda de los beneficios, como una mayor utilización de la capacidad de sus instalaciones productivas.