Viaje a Auvernia

16/07/2012

Pascual Hernández de Viajeroshoy. Magníficos lagos, la mayor cadena de volcanes de Europa, profundas gargantas entre ríos salvajes, bosques y montañas de basalto, zonas de baño y pesca, pueblos medievales y excelente gastronomía, eso es a grandes rasgos la región de Auvernia.

Situada en el centro de Francia, comprende cuatro departamentos: Puy-de-Dôme, Cantal, Alto Loira y Allier. Al ser tan extensa me he concentrado en descubrir los departamentos de Puy-de-Dôme y el Alto Loira. El primero sobresale por su majestuosa cadena de volcanes, la Chaîne des Puys, mientras que el Alto Loira sorprende la magnífica masa forestal y las Gargantas del Allier con ríos con rápidos que puedes recorrer en kayak, mientras contemplas profundos desfiladeros de roca basáltica rodeados de grandes bosques. Un paisaje único que se complementa con bellos pueblos y aldeas medievales con iglesias románicas y góticas construidas sobre faldas de volcanes; hermosos lagos circulares sobre el cráter de volcanes y enormes prados donde pastan vacas con cuya leche se elaboran los cinco quesos con denominación de origen de Auvernia: Bleu d’Auvergne, Cantal, Fourme d’Ambert, Salers y Saint-Nectaire.

Clermont Ferrand, la capital

Mi visita comienza en Clermont Ferrand, ciudad de 160.000 habitantes considerada la capital de Auvernia y del Macizo Central. Su situación estratégica en el centro de Francia la convierte en encrucijada de caminos de toda Europa.
Al oeste, la ciudad está dominada por una meseta basáltica de 900 m en la que se encuentra la cadena volcánica inactiva Chaîne des Puys, la más grande de Europa, donde sobresale el Puy-de-Dôme (1465 m). Aquí también se extiende el campo de batalla de Gergovie, escenario de la derrota de César a manos del héroe galo. Al norte se extienden las llanuras de Limagne con sus campos de cereales y al este las montañas boscosas del Livradois-Forez.

Originariamente había dos ciudades: Clermont y Montferrand, pero en 1630 el rey Luis XIII las unió mediante un edicto. La ciudad se desarrolló alrededor de una meseta central sobre la que se eleva la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción construida entre 1248 y 1902. Sus dos torres con sendas agujas son visibles desde muy lejos y constituyen uno de los símbolos de la ciudad. Lo más sobresaliente de la Catedral es su piedra volcánica de volvic, color gris carbón. Tampoco desmerece nada un paseo por sus calles medievales con antiguos palacetes y pequeñas tiendas… paseo por el barrio de los anticuarios, con sus librerías de viejo, sus galerías de arte, fuentes… La plaza de la Victoire, junto a la Catedral, con sus brasseries y la animación de los jóvenes universitarios, la plaza de E. Lemaigre con la imponente entrada principal de la Catedral, para bajar por la Rue des Gras con más comercios, cafeterías, brasseries y lugar de paseo y ocio tradicional.

Vulcania, el parque temático de los Volcanes

Vulcania, a 20 minutos de Clermont es el Parque temático de los Volcanes de Auvernia. Salas con pantallas panorámicas en 4D para conocer el origen de los volcanes, simuladores de seísmos, lanzaderas de exploración que llegan hasta el magma volcánico, restaurantes, tiendas… un Disneyland volcánico. www.vulcania.com

Las Gargantas del Allier en tren turístico

Otro de los grandes atractivos turísticos de Auverne son sus bellísimos pueblos medievales y el magnífico desfiladero de más de 1000 m de altitud de las Gargantas del río Allier entre las mesetas de Margeride, el río Allier y el Mézenc. El tren turístico (www.train-gorges-allier.com) parte desde Langeac, ciudad situada al sur de Auvernia, y realiza un recorrido espectacular de dos horas hasta llegar a Langogne. 100 km con 71 túneles y 50 viaductos entre enormes macizos de basalto, rápidos, meandros, pequeños pueblos, castillos y unas formidables vistas, flora y fauna. La ruta consta de 16 etapas y ya en la primera, en Chanteuges, sorprende con la mayor piscifactoría de repoblación de salmón en Europa y por una bella abadía románica donde se instalaron en el siglo X los monjes benedictinos.

El recorrido del tren continua por Saint Arcons D´Allier, un pequeño pueblo restaurado y convertido en hotel. La 3ª etapa es Saint Julien Des Chazes y la cuarta la Capilla de Santa María de Chazes, con la bella estampa del río y detrás las enormes corrientes de lava basáltica. A continuación el tren discurre por Prades, pueblo dominado por un inmenso acantilado basáltico de más de 80 metros. Allí abandona el valle para adentrarse en las Gargantas del Allier, por donde no pasa ninguna carretera aunque son visibles múltiples pequeños castillos en lo alto de las rocas….

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